Hubo llantos y sonrisas en la tarde de San Cayetano

Hubo llantos y sonrisas en la tarde de San Cayetano

La tradicional procesión se realizó en los alrededores de la parroquia que lleva el nombre del santo.

MARCHA DE FE Y ESPERANZA. Más de 5.000 personas peregrinaron ayer junto a la imagen del santo. MARCHA DE FE Y ESPERANZA. Más de 5.000 personas peregrinaron ayer junto a la imagen del santo.
08 Agosto 2003
"Es la primera vez que vengo. Lo hago porque estoy desesperada. Pero no estoy aquí por mí, sino por mis hijos", reconoció Lidia Robledo. Contó que es muy devota de San Cayetano, pero que siempre prefirió rezar en su casa. "Lo que pasa es que tengo seis hijos adultos -cuatro varones y dos mujeres; tres de ellos son profesionales- y ninguno tiene trabajo", contó casi llorando la mujer, vecina de Villa Mariano Moreno.
Esta es sólo una de las miles de historias que ayer peregrinaron, como todos los años, por la tradicional procesión de San Cayetano, que se realizó justamente en los alrededores de la parroquia que lleva el nombre de este santo.
La mayoría de los rostros manifestaba alguna tristeza, pero hubo otros a quienes se los veía más fuertes.
"¿Quién no?", respondió Norma Velárdez, cuando LA GACETA le preguntó si venía a la procesión a pedir trabajo. Pero esta abuela, que marchaba con una estampita y una espiga de trigo entre sus dedos, junto a varias otras abuelas, dijo con la misma sonrisa que no abandonó un instante: "nosotras, que nos conocemos de toda la vida, no venimos a pedir, estamos aquí para agradecer porque estamos sanas y porque todavía podemos hacer muchas cosas".
Ayer se oficiaron misas durante todo el día en el templo de San Cayetano, ubicado en avenida Brígido Terán y Pedro Miguel Aráoz. La ceremonia central, por ser la de mayor concurrencia de fieles, se llevó a cabo a las 19.30 ante más de 5.000 personas. Luego se realizaron otras dos misas.

Hasta la madrugada
La circulación de fieles fue incesante en los alrededores de la parroquia hasta los primeros minutos de esta madrugada.
Por los parlantes instalados a lo largo de varias cuadras, una voz femenina recordó, durante la procesión, las palabras que hace unos días pronunció el cardenal Jorge Bergoglio: "todos debemos ponernos la patria al hombro". Luego, esa misma voz rememoró la parábola del buen samaritano, y mientras caía el sol en el horizonte y empezaba a anunciarse la noche, suplicó a la muchedumbre: "por favor, no nos pongamos del lado de los ladrones".

50 urnas para una colecta
"El dinero que se recaude será para los festejos del Día del Niño, que se harán el sábado en la parroquia", contó Gonzalo Ruiz Díaz, alumno del 9º año del colegio San Cayetano. Junto a sus compañeros César Gómez, Anahí Ruiz Pérez y Matías Rivadeneira, llevaba una de las más de 50 urnas de la colecta que se realizó ayer durante la procesión. Los chicos contaron que cada año asisten a esta fiesta cientos de jóvenes de todas partes.

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