Explicaciones y acusaciones en un día acalorado

Explicaciones y acusaciones en un día acalorado

Luego de varias reuniones, en el oficialismo acordaron bajarle el tono a la polémica por el proyecto que beneficia a una clínica céntrica. "Esto no es político, sino técnico. Han venido a explicar la situación para que se termine todo esto", refutó el intendente Amaya

APURADOS. Alfaro, Del Pino y Arias (al fondo) salen del Palacio Gubernamental tras una reunión de 40 minutos. APURADOS. Alfaro, Del Pino y Arias (al fondo) salen del Palacio Gubernamental tras una reunión de 40 minutos.
20 Diciembre 2011
Uno hizo público lo que el otro intentó ocultar. El que quiso que el conflicto pasara inadvertido, fue a dar explicaciones y negó que existieran diferencias políticas. Pero ayer los hechos hablaron más que las palabras en la Casa de Gobierno. Las repercusiones del conflicto entre ediles amayistas y alperovichistas que estalló el viernes en el Concejo Deliberante capitalino derivaron en una serie de reuniones imprevistas en la sede del Ejecutivo.

El gobernador, José Alperovich, recibió antes del mediodía al intendente, Domingo Amaya, y a los concejales afines al jefe municipal. Durante la última sesión, los ediles de uno y otro sector habían disentido respecto de un proyecto impulsado desde el alperovichismo para ampliar el Centro Privado de Cardiología (Rivadavia 550), mediante una excepción en el Código de Planeamiento Urbano. Pese a la controversia, fue aprobado.

Sin pelea ni amayismo

Durante la mañana, Alperovich recorrió las instalaciones para las aerosillas y obras en la planta potabilizadora de la SAT en la zona de El Cadillal. Al ser consultado sobre la polémica en el Concejo Deliberante, disparó con displicencia: "el Concejo Deliberante actuó. Tengo ahora una reunión con el intendente Amaya y creo que viene por ese tema".

Precisamente, en la Casa de Gobierno ya lo esperaba el jefe municipal. Luego, mientras ya estaban reunidos, arribaron juntos los concejales de la discordia. Germán Alfaro encabezó el grupo formado por Eloy Del Pino y Elsa Arias. Más tarde, también se lo vio por el despacho gubernamental a Christian Rodríguez.

Amaya salió primero y quiso despistar sobre el motivo de su visita. "Estamos viendo todas las cosas que podemos hacer para trabajar para la gente. Todos los temas que tenemos de obras. Además, mañana (por hoy) diserta Rafael Follonier en el PJ y queremos ver si lo recibe el gobernador", se atajó Amaya sobre el motivo de la reunión.

El jefe municipal negó después que existiera una controversia en el Concejo y prefirió hablar de "diferencias de opinión". "No hay ningún tipo de división de nada. Esto no es político como quieren hacer creer algunos medios. Es algo netamente técnico. Este es un tema que veníamos conversando con el presidente del Concejo (Ramón Santiago Cano)", se escudó el intendente.

Por otro lado, cuestionó que se llame a algunos concejales como "amayistas" y a otros, "alperovichistas". "Aquí no hay nada. Son concejales de Tucumán y responden a un solo proyecto político, que conduce Alperovich. Están aquí y han venido para explicar la situación para que se terminen estas cosas", admitió ofuscado. Paralelamente explicó que no tenía conocimiento de lo que ocurrió en el Concejo porque el viernes estuvo con angina y porque los ediles integran un "cuerpo independiente" al municipio.

No obstante, Amaya no adelantó si apoyará el proyecto y lo promulgará o si lo rechazará e impondrá un veto. Al respecto, aseguró que aún no le fue comunicado al Ejecutivo municipal. "No tengo idea de cómo está planteado, hay que ver. Los técnicos son los que deben analizarlo. No es una cuestión del Estado promulgar o impedir. Se trata de que las cosas se deben presentar como corresponde y analizar si es beneficioso para la sociedad que haya una excepción. Si hay una violación, se verá", argumentó.

Amaya desechó que, de habilitarse la posibilidad, haya una ola de pedidos parecidos por parte de otras clínicas. Sin embargo, reconoció que hay algunas situaciones similares. "Lo que hay que ver es si (los sanatorios) están fuera o dentro del casco histórico; en este caso está fuera. No nos oponemos por oponernos, siempre hay una argumentación. Hay un código que respetar, pero las normas tienen cierto grado de flexibilidad, siempre y cuando no sea algo perjudicial", aseguró. Por ahora, seguirá la incógnita.

El gobernador, José Alperovich, recibió antes del mediodía al intendente, Domingo Amaya, y a los concejales afines al jefe municipal. Durante la última sesión, los ediles de uno y otro sector habían disentido respecto de un proyecto impulsado desde el alperovichismo para ampliar el Centro Privado de Cardiología (Rivadavia 550), mediante una excepción en el Código de Planeamiento Urbano. Pese a la controversia, fue aprobado.

Sin pelea ni amayismo

Durante la mañana, Alperovich recorrió las instalaciones para las aerosillas y obras en la planta potabilizadora de la SAT en la zona de El Cadillal. Al ser consultado sobre la polémica en el Concejo Deliberante, disparó con displicencia: "el Concejo Deliberante actuó. Tengo ahora una reunión con el intendente Amaya y creo que viene por ese tema".

Precisamente, en la Casa de Gobierno ya lo esperaba el jefe municipal. Luego, mientras ya estaban reunidos, arribaron juntos los concejales de la discordia. Germán Alfaro encabezó el grupo formado por Eloy Del Pino y Elsa Arias. Más tarde, también se lo vio por el despacho gubernamental a Christian Rodríguez.

Amaya salió primero y quiso despistar sobre el motivo de su visita. "Estamos viendo todas las cosas que podemos hacer para trabajar para la gente. Todos los temas que tenemos de obras. Además, mañana (por hoy) diserta Rafael Follonier en el PJ y queremos ver si lo recibe el gobernador", se atajó Amaya sobre el motivo de la reunión.

El jefe municipal negó después que existiera una controversia en el Concejo y prefirió hablar de "diferencias de opinión". "No hay ningún tipo de división de nada. Esto no es político como quieren hacer creer algunos medios. Es algo netamente técnico. Este es un tema que veníamos conversando con el presidente del Concejo (Ramón Santiago Cano)", se escudó el intendente.

Por otro lado, cuestionó que se llame a algunos concejales como "amayistas" y a otros, "alperovichistas". "Aquí no hay nada. Son concejales de Tucumán y responden a un solo proyecto político, que conduce Alperovich. Están aquí y han venido para explicar la situación para que se terminen estas cosas", admitió ofuscado. Paralelamente explicó que no tenía conocimiento de lo que ocurrió en el Concejo porque el viernes estuvo con angina y porque los ediles integran un "cuerpo independiente" al municipio.

No obstante, Amaya no adelantó si apoyará el proyecto y lo promulgará o si lo rechazará e impondrá un veto. Al respecto, aseguró que aún no le fue comunicado al Ejecutivo municipal. "No tengo idea de cómo está planteado, hay que ver. Los técnicos son los que deben analizarlo. No es una cuestión del Estado promulgar o impedir. Se trata de que las cosas se deben presentar como corresponde y analizar si es beneficioso para la sociedad que haya una excepción. Si hay una violación, se verá", argumentó.

Amaya desechó que, de habilitarse la posibilidad, haya una ola de pedidos parecidos por parte de otras clínicas. Sin embargo, reconoció que hay algunas situaciones similares. "Lo que hay que ver es si (los sanatorios) están fuera o dentro del casco histórico; en este caso está fuera. No nos oponemos por oponernos, siempre hay una argumentación. Hay un código que respetar, pero las normas tienen cierto grado de flexibilidad, siempre y cuando no sea algo perjudicial", aseguró. Por ahora, seguirá la incógnita.

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