Grecia cedió a las presiones y no hará referéndum

Grecia cedió a las presiones y no hará referéndum

El premier Giorgios Papandreu desactivó la consulta popular, que seguramente iba a rechazar el plan de ajuste ideado por la Unión Europea. El ultimátum de Merkel y Sarkozy inclinó la balanza. El debilitado gobierno griego llamó a la oposición a un diálogo para implementar medidas conjuntas, pero la respuesta fue categórica: sólo se acepta la renuncia

04 Noviembre 2011
ATENAS.- El gobierno de Grecia abandonó sus planes para celebrar un referéndum sobre el último programa de asistencia financiera europea, pero la decisión no logró poner fin a una aguda crisis política que mantiene en duda la solvencia del país, y a toda la Eurozona en un profundo desconcierto.

El primer ministro Giorgos Papandreu dio marcha atrás con el referendo luego de una rebelión dentro de su partido socialista, pero ignoró llamados a su renuncia por considerar que una elección anticipada podría provocar la salida de Grecia de la Eurozona, el grupo de 17 naciones de la Unión Europea (UE) que usan el euro.

En cambio, el premier ofreció a la oposición conservadora iniciar un proceso de diálogo que permita, en caso de llegar a un consenso, aprobar en el Parlamento el plan de ayuda acordado la semana pasada por la Eurozona, para no tener que celebrar el arriesgado referéndum sobre el impopular paquete de asistencia.

Sin embargo, el ofrecimiento no solucionó el caos que envuelve al país, ya que Papandreu enfrentará hoy una votación en el Parlamento sobre la continuidad de su gobierno y el líder de la oposición conservadora, sin aplacarse ante la concesión del premier, insistió con su dimisión inmediata.

El premier desató una tormenta continental al anunciar sus planes del referéndum, el lunes pasado, luego de los meses de esfuerzos que llevó acordar el último paquete de asistencia a Grecia.

La idea horrorizó a los socios de la Eurozona y provocó un desplome de las bolsas europeas ante el temor a los efectos de un muy probable "no" en la consulta: un default desordenado de Grecia, un efecto contagio sobre los otros países de la Eurozona con problemas de deuda y una nueva recesión mundial.

La situación en Grecia dominó ayer el inicio de la cumbre del Grupo de los 20 (G-20) países desarrollados y en emergencia en la ciudad costera de Cannes, donde los líderes se reunieron para discutir, entre otros temas, la crisis de deuda europea.

Papandreu había viajado el miércoles a Cannes, donde el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la jefa de gobierno alemana, Angela Merkel, le advirtieron que Grecia no recibirá ni un centavo más de la UE hasta después de un referéndum. También le dijeron que cualquier consulta debía ser sobre la permanencia de Grecia en el euro. El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, acompañó a Papandreu a Cannes. "El Gobierno anuncia en forma oficial que no avanzará hacia una consulta. Es positivo enviar un mensaje a los socios (europeos) de que no se celebrará un referéndum", señaló el ministro en una intervención ante el bloque parlamentario socialista.

Venizelos agregó que el paquete de ayuda será sometido a una votación en el Parlamento bajo un procedimiento especial por el cual necesitará de una mayoría de 180 de los 300 diputados para ser aprobado. Esto, dado que el gobierno cuenta con 152 bancas, una mayoría de sólo dos escaños, significa que el paquete europeo sólo se adoptará si la oposición también lo apoya.

Pero el líder del opositor partido derechista Nueva Democracia (ND), Antonis Samaras, enseguida hizo añicos cualquier impresión de unidad, y dijo que el ya había manifestado su respaldo al acuerdo y exigió un gobierno de transición y elecciones anticipadas dentro de un mes y medio de ser posible.

Papandreu "casi desmontó el universo para supuestamente persuadirme de que acepté algo (el acuerdo de asistencia) sobre lo cual yo ya había dicho que era inevitable", dijo Samaras ante el Parlamento. "El señor Papandreu finge que no entendió lo que le dije. Lo llamé a renunciar", dijo Samaras, que luego encabezó una dramática retirada de su bloque del recinto de la cámara, sin precisar si votaría a favor o en contra del acuerdo.

El plan de ayuda

El nuevo plan de ayuda acordado la semana pasada por la Eurozona contempla dar a Grecia otros 100.000 euros de asistencia y una condonación del 50% de la deuda griega por parte de la banca europea, pero a cambio de nuevos ajustes con rebajas salariales, de pensiones y despidos de estatales.

Una reciente encuesta mostró que hasta el 60% de los griegos rechaza el programa, cuyo objetivo es reducir la masiva deuda de Grecia hasta el punto en que el país pueda controlarla solo sin necesidad de constantes rescates. (DPA-Télam)

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