El amayismo no está dispuesto a ceder espacios

El amayismo no está dispuesto a ceder espacios

Los ediles de la capital fueron proclamados ayer y el sábado elegirán sus autoridades: el alperovichismo pretende consolidar a Cano. Alfaro, que busca conducir el cuerpo, fue acompañado al acto por militantes. "Todos queremos ser presidentes", ironizó

FUERZA PROPIA. El diputado Germán Alfaro llegó ayer al acto de proclamación rodeado de dirigentes amayistas. LA GACETA / FOTO DE EZEQUIEL LAZARTE FUERZA PROPIA. El diputado Germán Alfaro llegó ayer al acto de proclamación rodeado de dirigentes amayistas. LA GACETA / FOTO DE EZEQUIEL LAZARTE
18 Octubre 2011
"En el período 2003-2007 hubo nueve opositores y nueve oficialistas. Pero tuvimos una sola meta: trabajar por la gente y no hubo internas. El de 2007 y 2011 transcurrió de la misma forma. No veo por qué ahora puede ser la excepción". El último presidente del Concejo Deliberante capitalino, Ramón Santiago Cano, trató ayer de bajarle el tono a la incipiente interna en el cuerpo entre alperovichistas y amayistas. Lo hizo con una música especial de fondo: "¡Se siente, se siente, Germán está presente! ¡Se siente, Germán es presidente". Germán Alfaro es el dirigente que pretende quedarse con la presidencia del Concejo.

Justamente el amayismo, en la piel de Alfaro, fue el protagonista del acto de proclamación y entrega de certificados a 17 de los 18 concejales de la capital (Ver "A la espera de la Justicia").

La breve ceremonia en la sala San Miguel Arcángel, en el edificio de San Martín y Monteagudo, sirvió de excusa para que el sector liderado por el intendente, Domingo Amaya, concretara una suerte de primera demostración de fuerza. En el acontecimiento, antesala de la jura, quedó en claro que el amayismo quiso desembarcar con bombos y platillos en el cuerpo deliberativo. Grupos de seguidores, identificados con banderas de los colores de la ciudad (verde, turquesa y blanco), ovacionaron a cada uno de los concejales de su sector y relegaron a un segundo plano al resto de los oficialistas. Como una tromba, acompañaron la tumultosa llegada y salida del actual diputado nacional. Del alperovichismo, por su parte, los que acapararon los vítores fueron Ignacio Golobisky y José Ramos (ambos del Frente para la Victoria).

Sin palabras, con gestos

Si bien los protagonistas no quisieron referirse de manera directa a la interna, los gestos y hasta las butacas que ocuparon hablaron por ellos. En la primera fila, Cano y Alfaro se acomodaron separados y secundados por varios ediles pertenecientes a sus respectivas facciones. De un lado, los más cercanos a la Casa de Gobierno (Golobisky, Ramos, Cano, Javier Morof y la debutante Elena Cortalezzi) y del otro, los que se identifican con la gestión municipal (Alfaro, Eloy del Pino, Elsa Rosa Arias y Oscar Cano).

En la segunda fila, los colores políticos estuvieron más mezclados. Allí se ubicaron los justicialistas Esteban Dumit, Luis Marcuzzi, Christian Rodríguez y Ernesto Nagle. En ese mismo sector, se acomodaron también los representantes de la oposición: José Luis Avignone y Roque Mendía (ambos radicales); Claudio Viña (Fuerza Republicana) y Roberto Ávila (PRO).

Luego de que el secretario electoral, Darío Almaraz, leyera las actas del escrutinio definitivo, los miembros de la JEP (Antonio Estofán, Luis de Mitri y Sergio Miranda) iniciaron la entrega de los certificados.

La presidencia, el botín

Los cargos en la mesa de conducción del cuerpo comprenden la primera negociación fuerte entre los sectores oficialistas.

Cano expresó que le gustaría mantener el cargo de presidente y que se encuentra en conversaciones con sus pares para recibir sus avales. Alfaro, en tanto, fue irónico. "Todos los políticos queremos ser presidentes, hasta de la Nación", bromeó Alfaro al ser consultado sobre si le gustaría ocupar el máximo cargo. Entre risas, tampoco descartó formar un bloque propio.

Golobisky, quien es impulsado como vicepresidente primero por el alperovichismo, dio un fuerte respaldo a Cano y manifestó que debería ser él quien se quede con el puesto. "No está acordado, seguiremos dialogando y lo haremos hasta el sábado. Por supuesto que me gustaría (ocupar una vicepresidencia); estoy dispuesto a estar en el espacio para el que me designen", aseveró. Para el actual secretario de Prensa, el acontecimiento tuvo un sabor especial, ya que a prinicpios de año juró como edil en reemplazo de Hugo Cabral (actual ombudsman), pero luego pidió licencia para continuar en el Ejecutivo. En esta oportunidad, destacó el valor de desempeñarse en un rol al que llegó elegido por la gente.

Por su parte, la oposición reclamó un espacio entre las autoridades. El radicalismo, fuerza disidente mayoritaria, evitó opinar sobre las internas del PJ. "Tengo amigos en ambos sectores y espero que se desempeñen de la manera más racional posible. No se trata de vida o muerte, hay que tomárselo con calma", instó el edil José Luis Avignone.

La jura está prevista para el sábado, en el Teatro San Martín. Allí, una votación resolverá quiénes serán las autoridades.

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