El cambio de color en el Senado de Francia hace temblar las aspiraciones de Sarkozy

El cambio de color en el Senado de Francia hace temblar las aspiraciones de Sarkozy

27 Septiembre 2011
Por Ralf E. Krueger - Agencia DPA

Los socialistas franceses acaban de descorchar el champán. Por primera vez desde hace medio siglo, los partidos de izquierda consiguieron hacerse con una mayoría en el Senado. "Un terremoto político", según el diario izquierdista Liberation; "Un rayo", apuntó Le Figaro, más cercano al gobierno. Y, según el socialista François Hollande, "la caída del sistema Sarkozy".

El resultado de las elecciones parciales del domingo, en las que se renovó a la mitad de los senadores, reforzó la confianza de la oposición: socialistas, verdes y comunistas consiguieron derribar un bastión conservador en el que están representados, sobre todo, los intereses de las municipalidades, de los departamentos y de las regiones.

Con las encuestas en contra y salpicado por escándalos, al presidente, Nicolas Sarkozy, parece esperarle un otoño caldeado, a pesar de la alegría del cercano nacimiento de su hijo con Carla Bruni, que tendrá lugar en el próximo mes. Ante esta nueva situación, el debate para el presupuesto de 2012 cobrará una nueva dimensión. Y es que, con la mayoría socialista en la Cámara Alta, queda en entredicho la planeada inclusión del techo de endeudamiento en la Constitución francesa. La modificación de la Carta Magna, propuesta por el Presidente, necesita la aprobación de las dos cámaras del Parlamento. Y desde la oposición ya se mostraron contrarios a la medida.

"En esta tarde hay una víctima, la regla dorada del presupuesto", apuntó el senador verde Jean-Vincent Placé, en referencia al techo presupuestario. "Creo que Sarkozy sabe que esto es el final", agregó Hollande, ex secretario general de los socialistas y posible candidato a enfrentarse al Presidente en las elecciones que tendrán lugar el próximo año.

Ganadores y perdedores

Precisamente, Hollande podría salir favorecido del cambio de color en el Senado. Ex pareja de Ségolène Royal (quien enfrentó a Sarkozy en los comicios de 2007) mantiene una buena relación con el que podría ser el nuevo presidente del cuerpo, Jean-Pierre Bel, lo que lo beneficiaría en la carrera por la candidatura a las presidenciales frente a la actual secretaria del partido, Martine Aubry.

Los socialistas quieren emplear ahora su victoria para preparar a los franceses para un cambio de Gobierno. Otro de los hombres fuertes del partido, Harlem Désir, habló de un "primer acto de la reconquista (del poder) por la izquierda", como si se tratara de un ensayo general de las elecciones presidenciales. "Se trata de una derrota personal del Presidente", aseguró, confiado. Pero aunque el resultado suponga un importante paso psicológico, sólo aporta una perspectiva parcial de la intención de los electores.

En el partido de Sarkozy, Unión por un Movimiento Popular (UMP), se intenta relativizar la derrota electoral y habla de "una decepción, pero no de una sorpresa", mientras que en el entorno presidencial responsabilizan del resultado a algunas disputas internas. El verdadero reto tendrá lugar a principios del próximo año, cuando se vote mandatario, dijo el secretario general de la UMP, Jean-François Copé.

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