La UNT despidió a Vicky Dappe, una histórica figura

"De ella recibimos todo: la creación de un ambiente propicio para el crecimiento intelectual pero también la lección sobre conductas éticas, porque a su lado conocimos además cómo ser ciudadanos universitarios". Así definió Judith Casali de Babot a María Victoria Dappe -Vicky- en 2006, cuando la UNT la nombró Profesora Emérita. La muerte de la distinguida docente, todo un símbolo de la historia de la Facultad de Filosofía y Letras, conmovió ayer a la comunidad tucumana. Casalis de Babot, actual Decana de la Facultad, había sido alumna, ayudante y luego colega de Vicky Dappe. Aquella semblanza perduró y se ajusta a la personalidad de una figura que dejó una huella imborrable.

Profesora de Introducción a la Historia y de Historia Contemporánea, Vicky Dappe ejerció también el decanato de la Facultad. "Como única razón y objetivo de su presencia en la función, expresó su voluntad de contribuir a que la Universidad recupere su autonomía", consignó LA GACETA del 3 de mayo de 1971.

Esa misión marcó su vida académica, y quedó reflejada en el dictamen de la comisión que evaluó su trayectoria cuando la UNT la designó Profesora Emérita: "por su vocación de maestra y por su compromiso docente en épocas críticas para la vida institucional de la Universidad", destacaron Lucía Piossek, Luis Alberto Romero y José Emilio Burucúa.

"La Universidad no me debe nada; soy yo quien está en deuda con esta institución", destacó la homenajeada en aquella oportunidad.

"De Vicky aprendimos desde la preparación de las clases hasta la atención de los alumnos y el respeto por la palabra empeñada. Siempre estaba allí y no sólo para sus discípulos, sino en general para los estudiantes y la Universidad", recalcó Casalis de Babot.

Fue una triste noticia para la comunidad educativa de la provincia. Para hoy se dispuso asueto en la Facultad de Filosofía y Letras.

Fue decana de la Facultad. Guió e inspiró a miles de alumnos en la carrera de Historia