Trabajarán con los mismos materiales que usaban en 1800

Trabajarán con los mismos materiales que usaban en 1800

La restauración apunta a generar emoción y conectar al tucumano con sus raíces. Los mismos ladrillos del Cabildo de Buenos Aires

13 Agosto 2011
Las paredes hablan, trasmiten un mensaje, son testigos del transcurrir de la vida. En el caso del Museo Folclórico provincial esos muros cargan más de dos siglos de historia. Una historia que forma parte de la identidad de los tucumanos, que cuenta cómo era el ritmo de la ciudad cuando recién estaba organizándose después de su traslado desde Ibatín en 1685.

Según Carlos Moreno, vocal de la comisión Nacional de Museos y Monumentos, la clave es rescatar en esa materialidad el mensaje. "Los monumentos transmiten mensajes. Eso permite reconstruir y devolverles la memoria a los tucumanos, la cual no comienza en 1816", explica el especialista. Él viajó desde Buenos Aires para asesorar en la obra invitado por el Ente de Cultura.

No es una tarea sencilla y puede durar varios meses. Para la reconstrucción de las salas más antiguas de la casa (las originales datan de 1740) se utilizarán los mismos materiales de la época. "El revoque exterior posiblemente fue de arena, polvo de ladrillo y cal. En el interior se usaba tierra arcillosa, pelos y paja con estiércol", comentó Moreno. Todo esto se amasaba en un corral con caballos. Los ladrillos son los mismos que se usaron en el Cabildo de Buenos Aires, un material muy usado hasta mediados del siglo XVIII. Las paredes y los techos interiores serán blancos (pintados a la cal), porque en esa época no había electricidad y la luz tenía que aprovecharse.

Mauricio Guzmán, presidente del Ente de Cultura, contó que es una de las construcciones más antiguas que quedan en pie. Para la reconstrucción se va a conservar la mayor cantidad del material original. Se puede inferir que en la sala de adelante funcionaba un negocio y que fueron esclavos los que la construyeron, porque pertenecía a una familia de clase alta.

El muro de la fachada tiene una desviación de 12 centímetros que, según dijo Moreno, no corre peligro de derrumbe. Sin embargo se lo va a enderezar. "Sería más fácil desarmarlo, pero ya no sería el mismo muro. Se le escaparían los fantasmas, quedaría mudo", graficó.

Desde su perspectiva el rescate del patrimonio debe vincular emocionalmente al tucumano con lo que visita. Tiene que reconectarlo con un sentimiento.

Mercedes Aguirre, de la comisión de Patrimonio, señaló que si bien ahora comienza la parte edilicia, hace tiempo que se viene trabajando en las excavaciones arqueológicas, la investigación histórica y el análisis estructural. Esto permitió obtener pistas más claras de cómo era la vida en esa casona.

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