Opositores critican la llegada de Amorim

Opositores critican la llegada de Amorim

Polémico recambio en el gabinete brasileño.

06 Agosto 2011
SAN PABLO.- La designación de Celso Amorim al frente del Ministerio de Defensa fue cuestionada por la oposición y habría generado preocupación dentro de las Fuerzas Armadas del Brasil, por su perfil ideológico, según publicaron ayer los diarios O?Estado, Folha de Sao Paulo y O?Globo.

Amorim reemplaza en el cargo a Nelson Jobim, quien renunció luego de un escándalo provocado por sus declaraciones contra colegas del Gabinete de la presidenta, Dilma Rousseff, a quien confesó no haber votado en los comicios de 2010. Antes, fue diplomático de Itamar Franco, Fernando Henrique Cardoso y Luiz Inácio Lula da Silva, de quien fue canciller.

"Me espanta que el Gobierno, en tan poco tiempo, aparezca tan confuso, inseguro y perturbado políticamente. Me parece poco tiempo para tantas alteraciones", aseveró el referente del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Alvaro Días. El senador consideró: "Jobim le daba valor al gabinete; tiene contenido, prestigio y estatus nacional". Además, invitó al renunciante para que se afilie al PSDB, y se aleje del Partido de Movimiento Democrático Brasileño que integra actualmente (está junto al Partido de los Trabajadores en la alianza en el poder).

Desde el Partido Demócrata también se lamentó la salida de Jobim (quien se venía desempeñando al frente de Defensa desde 2007, en el mandato de Lula) y se elogió el trabajo que venía desempeñando tanto como se fustigó a Amorim por sus ideas de izquierda y por el acercamiento que impulsó a los regímenes de Irán, Cuba y Venezuela mientras fue ministro de Relaciones Exteriores.

La primera prueba del nuevo ministro, que asumirá la semana próxima, será la aprobación por el Congreso del delicado proyecto de Rousseff de crear una Comisión de la Verdad para investigar los crímenes contra opositores políticos durante la dictadura brasileña (1964-85) y para ubicar los cuerpos de cientos de desaparecidos. La propuesta genera temor en ámbitos castrenses, pese a que el Gobierno aseguró que no abrirá juicios contra los responsables de violaciones de los derechos humanos, beneficiados por la Ley de Amnistía dictada en 1979. (DPA-Télam)

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