¿Y el carnet de manejo?
No hay secretos, no hay misterios ni magia ni hechicería. Todas las opciones que se ofrezcan para facilitarle la vida a la gente, serán bienvenidas y utilizadas. De esperar -en el mejor de los casos- un año para tener el DNI, pasamos a recibirlo en nuestra casa a los 15 días y ahora, la opción de tenerlo en una mañana y olvidarnos del tema. Justo y necesario. Lástima que el tren de las facilidades no encuentre estación en algunas oficinas públicas, como el caso de la dirección de Tránsito de nuestra ciudad, donde todavía sigue siendo una tortura burocrática de una semana sacar la licencia de conducir. Entonces no debe sorprender, aunque no sea lo correcto, que el ciudadano busque -y encuentre- "alternativas" para gambetear el trámite. "Es que a la gente no le gusta esperar", se quejan con frecuencia los empleados detrás de los grises escritorios de metal. Y no, claro que no. A la gente le gusta vivir.

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