El frío se derrite en las salidas de fin de semana con amigos

El frío se derrite en las salidas de fin de semana con amigos

Bares con calefacción externa para los usuarios empedernidos de las mesas en las veredas.

EL FRESCO SE MANTIENE A RAYA. Hay dos clases de sistemas de calefacción: los tubos radiantes y las estufas móviles llamadas heaters. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA EL FRESCO SE MANTIENE A RAYA. Hay dos clases de sistemas de calefacción: los tubos radiantes y las estufas móviles llamadas heaters. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA
09 Junio 2011
El frío ya está pegando y es innegable que muchas veces tiran fuerte las ganas de quedarse en casa, pedir comida delivery y alquilar una película. Pero a la noche hay que ponerle el pecho y no vale la pena sacrificar la ceremonia de la amistad alrededor de una mesa de fin de semana a causa de las bajas temperaturas.

En realidad, el problema del frío suele afectar principalmente a los fumadores, fanáticos de las mesas ubicadas en las veredas, y a aquellos a quienes les gusta agregarle a la salida el condimento de observar a todos y a todas las que caminan frente al bar o al restaurante. Entonces, para los usuarios empedernidos de las mesas en las veredas la clave para que una salida no se convierta en el nacimiento de la gripe es buscar los locales que poseen equipos de calefacción para exteriores.

Dos sistemas
En Tucumán se imponen dos sistemas: los tubos radiantes y los heaters. Los primeros se colocan en el borde de las galerías, irradian calor y forman una especie de cortina invisible que crea un microclima cálido y acogedor en medio del frío nocturno o diurno.

Las segundas son unas estufas cuyo sistema de radiación tiene la capacidad de calentar varios metros a la redonda de donde se las ubique. La ventaja: se las puede mover constantemente para colocarlas cerca de las mesas ocupadas.

En Barrio Norte, casi todos los bares y restaurantes cuentan con alguno de estos dos tipos de calefactores. Y también se los puede encontrar en varios locales de Yerba Buena.

Si a estos sistemas de calefacción se los combina con una comida suculenta y con alguna bebida de esas que hacen arder el alma, seguramente el frío se mantendrá lejos de la mesa y deberá esperarnos en la calle. Pero quizás a esa altura de la noche ya no importe.

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