Los internados
Todo por la esquiva unidad. Todo por tener una lista en cada sección y evitar el papelón de ir a una elección interna en la que pocos votarán. La ilusión es tener legisladores, pero no ganar este año.

1) Hace 48 horas José Cano debió ser atendido porque el estrés sobresaltó su corazón. Un día después, a Silvia Elías le pasó algo similar.

2) "La política para un radical es lo que hay entre interna e interna", se le oyó decir a un ex diputado de la UCR.

3) La pelea fratricida en la Capital se dio por el cuarto lugar. Ese es el pedestal que le dejaron a José Hugo Saab, el ex hombre fuerte de la Universidad Nacional de Tucumán. Si mis propios amigos no consideran salible un cuarto lugar, las cosas no están bien... palabras más, palabras menos, habría dicho Cano durante la conversación con Saab.

Tres situaciones que no describen unidad. Demasiados heridos y desencuentros. Incluso con un hecho concreto: quedó afuera una lista de prosapia radical y perfume de campo. A ese madero se aferraron el dos veces concejal -y vicepresidente del partido- Raúl Moreno y un miembro de la familia Ibarreche. Ese barco tenía el ancla de la hermana de Cano y cuando todo fue naufragio el capitán Cano la mandó a la lista de García (¿?).

Roberto Sánchez encabeza la lista del Oeste, pero mete la trompa de su auto para que el inefable Ariel García choque contra el guardrail o se vaya a la banquina. El piloto busca que el ex legislador Julio Herrera suba al podio.

Al final no queda claro cuál es la escala de méritos que se utilizó para integrar la lista. ¿Plata? ¿Amistad? ¿Militancia?

La UCR ha perdido tiempo y energías. En este lapso pudo idear proyectos y generar contactos con sectores de la sociedad. Nada de eso hizo, sólo peleó y su gran armador terminó más magullado que nadie.

1) Hace 48 horas José Cano debió ser atendido porque el estrés sobresaltó su corazón. Un día después, a Silvia Elías le pasó algo similar.

2) "La política para un radical es lo que hay entre interna e interna", se le oyó decir a un ex diputado de la UCR.

3) La pelea fratricida en la Capital se dio por el cuarto lugar. Ese es el pedestal que le dejaron a José Hugo Saab, el ex hombre fuerte de la Universidad Nacional de Tucumán. Si mis propios amigos no consideran salible un cuarto lugar, las cosas no están bien... palabras más, palabras menos, habría dicho Cano durante la conversación con Saab.

Tres situaciones que no describen unidad. Demasiados heridos y desencuentros. Incluso con un hecho concreto: quedó afuera una lista de prosapia radical y perfume de campo. A ese madero se aferraron el dos veces concejal -y vicepresidente del partido- Raúl Moreno y un miembro de la familia Ibarreche. Ese barco tenía el ancla de la hermana de Cano y cuando todo fue naufragio el capitán Cano la mandó a la lista de García (¿?).

Roberto Sánchez encabeza la lista del Oeste, pero mete la trompa de su auto para que el inefable Ariel García choque contra el guardrail o se vaya a la banquina. El piloto busca que el ex legislador Julio Herrera suba al podio.

Al final no queda claro cuál es la escala de méritos que se utilizó para integrar la lista. ¿Plata? ¿Amistad? ¿Militancia?

La UCR ha perdido tiempo y energías. En este lapso pudo idear proyectos y generar contactos con sectores de la sociedad. Nada de eso hizo, sólo peleó y su gran armador terminó más magullado que nadie.

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