Sebastián Miralles: "la escultura no está en crisis"

"Los lenguajes artísticos no se agotan por cuestiones de oferta y demanda. Creo que es una falsa dicotomía contraponer lo objetual a lo conceptual, uno no existe sin el otro; entiendo el objeto como la objetivación del discurso (el escultórico por ejemplo). Por tanto, si hay discurso hay objeto, y para mí no hay crisis del objeto, quizá cierto descrédito interesado que nos ha hecho creer que esta práctica es obsoleta. Pero la realidad demuestra lo contrario, y hoy más que nunca existen en la escena internacional paradigmas interesantes sobre los que reflexionar".

De este modo respondió Sebastián Miralles sobre la vigencia de la escultura. Hoy dictará la conferencia "Urbanismo y escultura: el espacio público y escultura contemporánea", a partir de las 18 en el Museo Timoteo Navarro, conjuntamente con la artista Claudia Martínez que versará sobre "Intervenciones artísticas en el espacio público". Las charlas están organizadas por el Taller C de la Facultad de Artes.

Miralles, escultor y docente, enseña en la Facultad de Bellas Artes de Valencia y ha impartido cursos de doctorado en las universidades de Castilla de la Mancha, en la UNAM (México) y en la UNT. Sus obras pertenecen a colecciones institucionales o individuales ubicadas en Italia, Chile, México, Bélgica y Argentina.

En cuanto a lo que ocurre en Tucumán Miralles respondió: "entiendo, desde mis limitaciones, que en parte se debe a que la escultura no tiene presencia, bien porque sigue modelos de prácticas muy en desuso, bien porque las convicciones de quienes la producen son tibias, se sustentan sobre un pasado incuestionado e incuestionable".

Posteriormente sostuvo que la escultura de gran formato, que se coloca en espacios públicos, siempre es un reto para el escultor, pero también un deseo realizado. "Con ella se logra cubrir aspiraciones siempre complicadas de conseguir -advirtió-. En primer lugar llegar a un gran número de personas, algo que no se obtiene con la exhibición en la galería o en el espacio privado. Y en segundo lugar transportar tu experimentación de taller a un contexto concreto y lograr que el objeto funcione, que se implique en el medio y consigas con ello dotar a ese medio de un nuevo sentido, sea este como simple acontecimiento visual o como elemento emblemático que rebautiza el lugar donde se ubica".

Miralles consigna que su trabajo en los últimos años ha ido tomando un carácter de mayor síntesis expresiva y conceptual. "La poesía y la producción escultórica me han permitido profundizar en el objeto como elemento simbólico, como un todo en el que confluyen mi pensamiento acerca del mundo y los objetivos que persigo al tratar de convertir este objeto en una imagen arquetípica -apuntó-. Una imagen que hable sin decir, que careciendo de significados concretos, por amor de su plenitud poética, adquiera significaciones llenas de sentido para el que las mira".