Piquetes y surtidores sin nafta, caotizan la vida de los franceses

Piquetes y surtidores sin nafta, caotizan la vida de los franceses

El 71% de los franceses apoya las protestas contra la reforma previsional de Sarkozy. El presidente ratificó que no dará marcha atrás con la ley que prevé subir la edad mínima para jubilarse, de 60 a 62 años. El Congreso la votará el jueves.

LARGAS COLAS. El 11% de las estaciones de servicio de Francia se quedó sin nafta y la previsión de desabastecimiento alarma a los conductores. REUTERS LARGAS COLAS. El 11% de las estaciones de servicio de Francia se quedó sin nafta y la previsión de desabastecimiento alarma a los conductores. REUTERS
19 Octubre 2010
PARÍS.- Francia va camino al caos. Hoy vivirá la sexta jornada de protesta nacional en contra de la reforma jubilatoria del presidente, Nicolas Sarkozy, en un clima de agitación social creciente.
Los sindicatos realizarán hoy más de 200 marchas y paros en todo el país para lucha contra el proyecto de elevar la edad jubilatoria de 60 a 62 años.
Los trabajadores dicen que la jubilación a los 60 años es una conquista y temen que la reforma conduzca a una pérdida de su calidad de vida. El gobierno dice que 62 es una de las edades de retiro más bajas de Europa, que los franceses viven más tiempo y que el sistema ya pierde plata.
Líderes gremiales, opositores y críticos de Sarkozy dicen que el presidente (conservador) quiere imponer un sistema capitalista al estilo americano y que se puede sacar plata de otro lado; por ejemplo, subiendo las contribuciones patronales. La votación final de la reforma fue postergada por el Senado, del miércoles al jueves.
Sarkozy volvió ayer a defender la norma: "la reforma es esencial. Francia está comprometida con ella. Francia la llevará a cabo".
Más temprano, la policía disparó balas de goma y gases a estudiantes que quemaron un auto, vandalizaron paradas de colectivos y arrojaron piedras frente a un colegio, en Nanterre. En otra escuela, tiraron bombas molotov a policías. Y en Lyon, jóvenes enmascarados incendiaron tres autos que habían dado vuelta en combate con la policía. Tras disturbios, fueron detenidos 290 jóvenes y cuatro policías fueron heridos. Casi 300 colegios fueron afectados por marchas callejeras.
La participación de estudiantes en las protestas siempre se interpreta en Francia como una señal de alza de la resistencia popular. "Los políticos tienen miedo de los jóvenes y no sin razón", dijo el sociólogo francés Olivier Galland, del Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) de Francia. "Es de las pocas categorías sociales que hizo que el poder político renunciara a reformas, como el Contrato de Primer Empleo de Dominique de Villepin, en 2006, o la reforma de 2008 en los secundarios", afirmó Galland.
La huelga de los petroleros es una de la que más preocupa al gobierno, porque puede derivar en el desabastecimiento de combustible. La producción en las refinerías de Francia está interrumpida desde la semana pasada, varios depósitos de combustibles fueron bloqueados y 1.500 estaciones de servicio, de las 13.500 en todo el país, ya se quedaron sin combustible. También ayer, en Marsella, la segunda ciudad del país, se acumulaban 4.000 kilos de basura debido a un paro de recolectores. Camiones parados enlentecieron el tránsito en los accesos a París y a ciudades del interior. Otros bloquearon depósitos de mercaderías.
Para hoy se esperan severos trastornos en todo el transporte. En medio de todo, según una encuesta publicada ayer en Le Parisien, el 71% de los ciudadanos apoya las protestas. (Télam)

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