La segmentación del gravamen podría favorecer a los productores pequeños

La segmentación del gravamen podría favorecer a los productores pequeños

Una salida mientras perduren las retenciones. Las medidas de fondo deberían incluir beneficios impositivos y financiación.

17 Octubre 2010
El área de Economía de la Confederación de Cooperativas Agropecuarias Cooperativa Limitada (Coninagro), realizó un estudio sobre los derechos de exportación y llegó a la conclusión de que las retenciones se pueden analizar de tres modos diferentes.

Simplemente como un impuesto (de fácil recaudación), como un instrumento de política fiscal o como una combinación de ambos.

Entre los productores, las posiciones parecen divididas y algunos dirigentes ven con agrado a las retenciones como un instrumento de política fiscal que les permitiría recuperar competitividad frente a los productores grandes.

Si bien es cierto que el Estado debe mejorar los medios actuales para igualar las condiciones de los grandes y los chicos, hacerlo a través de las retenciones no parece el mejor instrumento, según la posición de Coninagro. La entidad estableció algunas consideraciones en este sentido:

- La recaudación del Estado por los Derechos de Exportación es distinta al efecto precio percibido por el productor. Esto se explica porque el Estado cobra las retenciones a las exportaciones efectivamente realizada pero el efecto del impuesto lo traslada por completo a la cadena primaria. Es decir que la industria compra la soja un 35% más barata y exporta el aceite o la harina con otros porcentajes inferiores de retenciones (32%) aunque mayores en precio.

- Al hablar de segmentar lo que se quiere decir es equiparar o mejorar las condiciones de competitividad de los productores chicos con relación a los de mayor tamaño. El primer escollo es cómo segmentar. Si se decidiera segmentar por precio, el acopio pagaría por los granos al productor mediano o grande un precio menor que al pequeño. Como parece obvio, comprarán barato primero abasteciéndose de los productores grandes y recurrirán al productor chico en última instancia o bien lo harán, aquellas algo "flojas de papeles" que podrán pagar unos centavos más producto de alguna ventaja competitiva desleal. Es decir que esta modalidad favorece el mercado en negro y perjudica al productor que se intenta beneficiar. Sin embargo, el camino de la diferenciación entre productores grandes y pequeños, es el elegido, mientras duren las retenciones. Hoy el Gobierno dice que se ocupa de segmentar y en los hechos nunca paga o lo hace tarde. El sistema a instrumentar deberá ser absolutamente ágil, con pagos al CBU del beneficiario que comercialice.

Herramientas
Desde Coninagro se considera que se deben dar las herramientas a los productores chicos para nivelar las fuerzas competitivas. Si bien entiende que se debe diferenciar al productor chico del grande, la segmentación de retenciones parece un camino poco efectivo, pero mientras duren las retenciones se lo debe intentar.

En cambio, si lo que se busca es mejorar la competitividad del productor chico, los caminos para recorrer no son estos. Se busca un fin loable mediante un instrumento inadecuado. Se deben explorar herramientas de promoción de actividades e inversiones vía desgravamiento impositivo, ingeniería tributaria, financiación accesible, con tasas bajas y con modalidades de pago acorde a las actividades. Conviene desarrollar instrumentos de comercialización compartida, compra de insumos asociada, agregado de valor en conjunto, en fin, los valores mismos del espíritu cooperativo.

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