07 Octubre 2010
JUGAR Y DIVERTIRSE HACE BIEN. A veces saltar implica el riesgo de golpearse, pero vale la pena.
Obstaculos que ayudan.- Las dificultes y las caídas son parte del camino que cualquier persona debe recorrer a lo largo de su vida. Por lo tanto, es fundamental la forma en que aprendamos a enfrentar esos momentos y situaciones. Para un desarrollo pleno y saludable es necesario que el ser humano aprenda a vivir la vida de forma autónoma. Esto quiere decir que sea capaz de enfrentar las situaciones que se le presentan con sus propios recursos.
ESPERAN DE LOS DEMAS.- Los niños sobreprotegidos esperan que los demás les den aquello que les otorgaron sus padres y encuentran una gran decepción cuando no hallan esa misma respuesta. En algunas ocasiones, se crían de forma sumisa y completamente dependiente. En otras, comienzan sentirse incómodos ante la mirada y los cuidados de sus padres y se rebelan, generalmente de forma exacerbada, en un intento de buscar su independencia y su lugar.
Consecuencias negativas.- La sobreprotección como estilo de crianza tiene consecuencias negativas, no solo durante la niñez y la adolescencia sino también en su vida como adulto. Proteger excesivamente a los hijos puede provocar conductas como nerviosismo, timidez, aislamiento, dependencia, temor ante los cambios y a lo desconocido, poca tolerancia a la frustración, necesidad constante de apoyo por parte de los demás, falta de decisión para tomar iniciativa, llanto frecuente, dificultad para asumir responsabilidades y sentimiento de inseguridad, entre muchas otras.
LES CUESTA ALEJARSE DE SUS PADRES.- Los niños sobreprotegidos sufren mucho cuando llega el momento de separarse de sus padres para ingresar a la guardería o al colegio. Es común en estos casos que la mamá necesite acompañarlo durante los primeros días para hacer menos traumático el cambio.
LES CUESTA SER DISCIPLINADOS.- Los niños sobreprotegidos a menudo carecen de disciplina para encarar proyectos. La falta de límites trae aparejados grandes inconvenientes, como mala conducta en el colegio, caprichos constante y falta de tolerancia.
Baja autoestima.- Una característica de los niños sobreprotegidos es la baja autoestima. Puede ser chicos inteligencias pero sin el apoyo de mamá se sienten huérfanos.
ESPERAN DE LOS DEMAS.- Los niños sobreprotegidos esperan que los demás les den aquello que les otorgaron sus padres y encuentran una gran decepción cuando no hallan esa misma respuesta. En algunas ocasiones, se crían de forma sumisa y completamente dependiente. En otras, comienzan sentirse incómodos ante la mirada y los cuidados de sus padres y se rebelan, generalmente de forma exacerbada, en un intento de buscar su independencia y su lugar.
Consecuencias negativas.- La sobreprotección como estilo de crianza tiene consecuencias negativas, no solo durante la niñez y la adolescencia sino también en su vida como adulto. Proteger excesivamente a los hijos puede provocar conductas como nerviosismo, timidez, aislamiento, dependencia, temor ante los cambios y a lo desconocido, poca tolerancia a la frustración, necesidad constante de apoyo por parte de los demás, falta de decisión para tomar iniciativa, llanto frecuente, dificultad para asumir responsabilidades y sentimiento de inseguridad, entre muchas otras.
LES CUESTA ALEJARSE DE SUS PADRES.- Los niños sobreprotegidos sufren mucho cuando llega el momento de separarse de sus padres para ingresar a la guardería o al colegio. Es común en estos casos que la mamá necesite acompañarlo durante los primeros días para hacer menos traumático el cambio.
LES CUESTA SER DISCIPLINADOS.- Los niños sobreprotegidos a menudo carecen de disciplina para encarar proyectos. La falta de límites trae aparejados grandes inconvenientes, como mala conducta en el colegio, caprichos constante y falta de tolerancia.
Baja autoestima.- Una característica de los niños sobreprotegidos es la baja autoestima. Puede ser chicos inteligencias pero sin el apoyo de mamá se sienten huérfanos.
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