La carta que envió al Senado un joven adoptado por un padre gay

La carta que envió al Senado un joven adoptado por un padre gay

El adolescente cuenta que pasó por cinco familias, que luego lo devolvieron a un hogar. "¿Tienen miedo de que nos invadan?".

DEBATE CLAVE. La cámara Alta deberá abordar en los próximos días un proyecto que generó polémicas. DYN DEBATE CLAVE. La cámara Alta deberá abordar en los próximos días un proyecto que generó polémicas. DYN
24 Junio 2010
BUENOS AIRES.- Su carta trascendió hasta hacerse conocida en casi todo el país. Daniel Lezana, de 16 años, envió al Senado -que debate el proyecto de ley para aprobar el casamiento entre personas del mismo sexo- un escrito en el que reclama por los derechos de su padre adoptivo homosexual. En las primeras líneas de la misiva, el joven pregunta a los parlamentarios: "¿ustedes entienden con el corazón lo que es ser gay?".
Daniel cuenta brevemente su historia, reproducida por el diario "La Nación". Relata, por ejemplo, que lo separaron de su hermano menor en el hogar en el que vivían transitoriamente y que cinco veces distintas familias lo adoptaron, pero luego lo devolvieron. "¿Por qué nadie me quería? Todas las noches me lo preguntaba, hasta que me dormía sin respuestas", dice.
En uno de los párrafos más destacados, el joven habló de su orientación sexual. "Para los que piensan o creen que mi viejo, Luis, me inculca el ser gay o me puede contagiar, ¡se equivocan!. A mí me gustan las chicas, ¡y mucho", afirma. 
Al final de la carta, Lezana apunta al nudo del tema que provocó marcadas divisiones en la Cámara Alta: "cuando mi papá se case lo va hacer con otro gay, que sienta como él, no se va a casar con un heterosexual. ¿De qué tienen miedo, de que los gays sean una plaga, que nos vayan a invadir?".
"Si se casa, al boletín de la escuela lo van a poder firmar los dos y a las reuniones del cole podrá venir cualquiera de ellos. Quiero tener los mismos derechos que tienen mis compañeros y, si ellos se separan, tener los mismos derechos de los hijos de padres separados. Sus hijos los tienen y yo no, ¿por qué?", concluye. (Especial)

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