En Tucumán, 1.300 pacientes esperan que les donen un riñón

Con un estilo de vida saludable y controles periódicos es posible evitar el desarrollo de la insuficiencia renal crónica. Los hipertensos, los diabéticos y las personas que sufren enfermedades inmunológicas tienen posibilidades de padecer este mal. Por lo tanto, es muy importante tratar la enfermedad de base y controlar el funcionamiento de los riñones.
Del Primer Encuentro de Habilidades y Destrezas de Pacientes en Diálisis participaron cerca 200 personas (30 llegadas de Jujuy y 160 de Tucumán) de entre 18 y 70 años. Fue organizado por uno de los centros de diálisis privados de la provincia.
La directora médica de la empresa en Tucumán, Silvia Tirado, explicó que el objetivo del encuentro (se realizó en el predio de ATSA en El Cadillal) fue brindarles contención afectiva a los pacientes y destacar que, a pesar de la enfermedad que sufren, sienten que la vida aún no terminó.

Se puede evitar
"La enfermedad renal existe y se la puede evitar en su desarrollo cumpliendo medidas higiénico-dietéticas y controlando la presión o la diabetes. Si sufrimos insuficiencia renal la podemos tratar con diálisis", manifestó Tirado. De todos modos, la médica destacó que la cura para este mal es el transplante renal. "Es baja la cantidad de órganos que se reciben. En Tucumán hay unos 1.300 pacientes en diálisis y, en promedio, se hacen sólo unos 40 transplantes al año", explicó Tirado.
La médica dijo que hay dos opciones para el transplante: recibir un riñón de un donante vivo (debe ser un familiar y tener total compatibilidad con el paciente) y recibir el órgano de un paciente que sufrió muerte cerebral.
"Pero se necesita de la generosidad de la familia de esa persona", aclaró. Por eso, Tirado llamó a la comunidad a tomar conciencia de que donar órganos es donar vida.
La especialista dijo que la mejor manera de prevenir la enfermedad es mediante controles periódicos. Aquellos que deben estar más atentos son los que tienen algún antecedente de esta afección en la familia, los hipertensos, los diabéticos y quienes sufren alguna enfermedad inmunológica.
Algunos de los síntomas por medio de los cuales se puede detectar que algo no anda bien con los riñones son orinar con mucha espuma, levantarse a orinar repetidas veces durante la noche y sufrir infecciones urinarias frecuentes.