Las enfermedades llegaron para quedarse

Las enfermedades llegaron para quedarse

El "asesino silencioso" del apocalíptico informe de 2008 de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, llegó a Tucumán con el dengue y la gripe A

31 Mayo 2009

Virus, bacterias, parásitos, mosquitos y garrapatas afectarán cada vez más a la gente. La advertencia que en octubre del año pasado efectuaba un informe presentado en el Congreso Mundial de Barcelona, España, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, está cumpliéndose. El apocalíptico documento de la IUCN  -según las sigla en inglés- se elaboró a raíz del calentamiento global del planeta. "Esta nefasta visión del mundo, que hasta enero de este año parecía algo lejano, con consecuencias más cercanas a las de un argumento de película de ciencia ficción que a la cotidianeidad, ya es una realidad", expresó Pedro Víctor Hugo Martínez, referente de la organización Conciencia Ambiental, de Tafí Viejo.
"Las enfermedades emergentes y reemergentes como el dengue, la gripe A, la tuberculosis, por dar sólo unos ejemplos, ya están instaladas en nuestro país y, sin duda, llegaron para quedarse", opinó el virólogo Ernesto González Castillo, investigador de un laboratorio farmacéutico nacional.
El médico e investigador afirmó que el aumento de las temperaturas y de las lluvias contribuye a multiplicar los organismos patógenos que dañan tanto la salud de los seres humanos como la de los animales y por ende, también resienten la economía mundial.
El informe denominado "Dea Mortal" (Docena mortal) difunde una lista de 12 enfermedades que se intensificarán con el cambio climático.

Una buena ofensiva
Los autores del informe resaltan que "la mejor defensa es una buena ofensiva: monitorear la vida silvestre para detectar cómo estas enfermedades se desarrollan para que los profesionales médicos puedan prepararse para mitigar el impacto".
"En nuestro país son cinco las enfermedades (como el dengue, la gripe, la fiebre amarilla, la leishmaniasis, el hantavirus) que están comenzando a crecer debido al cambio climático. En algunos casos, se cuenta con vacunas. Pero en otros, como el dengue, hay que desalentar los depósitos de agua. Cada vez hay mas brotes y no podemos predecirlos, pero con la llegada del frío la epidemia está cediendo", dijo Hugo Fernández, director de Prevención de Enfer medades del Ministerio de Salud de la Nación.

Todo controlado
En Tucumán, al ingresar a la semana 21 las máximas autoridades del área de Salud Pública, reconocieron que muestra un ligero amecetamiento la curva de bronquiolitis. "En dengue, estamos a punto de dar por concluida esta epidemia", indicó el el director de Epidemiología del SIPROSA, doctor Rogelio Calli. "También estamos a la espera de los primeros casos de influenza estacional o gripe común, me comentó el ministro Yedlin", dijo Fernando Avellaneda, secretario Ejecutivo Médico del Sirposa.
"Si bien es cierto hay una preocupación gubernamental de prevención y ocupación en relación a estas enfermedades, no descarto cierta desidia no sólo en el ámbito oficial sino profesional y privado", expresó el investigador Santiago Cenice, virólogo.
"A raíz de las denuncias de ambientalistas, en muchas zonas del país se dejó de fumigar. Un caso reciente ocurrió en Las Petacas, al norte de Santa Fe, donde jóvenes entre 14 y 16 añor eran usados como señales para fumigar, ya que eran rociados con herbicidas y pesticidas mientras trabajan como postes, como banderas humanas y luego eran reemplazados por otros", contó el médico.
Si bien, Cenice, explicó que ese era un caso justo, porque rocíaban a los chicos con randap y a veces 2-4 D -herbicidas que son usados sobre todo para cultivar soja-. También les tiraban insecticidas y mata yuyos, que tienen un olor fuertísimo"No obstante ello, muchos aprovecharon para dejar de fumigar amparándose en el concepto de ser considerado tóxico y ello contribuyó a que el mosquito del dengue o del paludismo volvieran a proliferar".

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UNA DOCENA MORTAL
1.-Tuberculosis: el Antiguo Testamento ya hacía referencia a una enfermedad que, cada año, afecta a 10 millones de personas. En la actualidad, se distribuye por todo el mundo, aunque es especialmente problemática en África, donde la introdujo el ganado europeo en el siglo XIX.

2.- Fiebre del Valle de Rift: la Organización Mundial de la Salud la define como "una zoonosis vírica que afecta principalmente a los animales, pero también puede llegar al ser humano". Cuenta con una alta tasa de mortalidad y morbilidad. El virus que lo causa, que suele transmitirse por las picaduras de mosquito, continúa presente en África subsahariana y el norte de África.

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3.- Enfermedad del sueño: transmitida por la mosca tse-tse, los rebaños son los que más suelen infectarse aunque el virus puede afectar también a las personas. Sigue en Africa subsahariana y en el norte de este continente.

4.- Mareas Rojas: toxinas generadas por determinadas algas que afectan a criaturas marinas y también son peligrosas para los seres humanos. "Las variaciones de temperaturas tendrán, sin duda, un impacto, de momento impredecible, en este fenómeno de la naturaleza", asegura el informe.

5.- Gripe Aviar: las tormentas y las épocas de sequías ya no siguen los ritmos que históricamente tenían establecidos. Nadie sabe ahora a ciencia cierta cuándo descargarán las nubes o cuándo se quedarán sin agua los lagos. Esta alteración influye en los movimientos migratorios de las aves y, por tanto, en la expansión de la gripe aviar

6.- Babebiosos: transmitida por garrapatas, afecta a animales domésticos, salvajes y seres humanos. Aunque no causa problemas graves, sí hace que el afectado sea más susceptible a otras enfermedades.

7.- Cólera: La también conocida como ?enfermedad de los pobres? es un trastorno producido por la bacteria ?Vibrio cholerae?, que se transmite con mucha facilidad por el agua y alimentos contaminados. Restringida a los países en vías de desarrollo, el aumento generalizado de la temperatura de las aguas hace prever un incremento de la incidencia de esta enfermedad.

8.- Ebola: el virus se contagia generalmente por estar en contacto con los fluidos corporales de alguien infectado o con monos enfermos. El informe destaca que existen evidencias significativas de que los brotes de ambas enfermedades están relacionados con las variaciones inesperadas de las épocas de lluvias. Como el cambio climático influye en estas alteraciones, es probable que los brotes sean más frecuentes.

9.- Fiebre amarilla: los mosquitos que transmiten este virus se concentran en distintas regiones africanas, de Centroamérica y Sudamérica. Los cambios de temperatura y las lluvias propician la llegada de estos insectos que suelen picar durante el día e infectar a monos y personas. Recientemente, Brasil y Argentina han registrado brotes con un gran impacto en la población de primates.

10.- Parásitos intestinales: multitud de parásitos se transmiten a través de ambientes acuáticos. Los cambios en el nivel del mar y las temperaturas harán que muchos de ellos sobrevivan durante más tiempo y, como consecuencia, puedan infectar a un mayor número de individuos.

11.- Enfermedad de Lyme: transmitida por una bacteria a través de las picaduras de garrapata, esta patología, al igual que otras transmitidas de la misma forma, puede ampliar sus fronteras debido al aumento de las temperaturas aptas para la vida de estos arácnidos. Originaria de Connecticut, EE.UU.

12.- Peste: la bacteria responsable de esta plaga tiene preferencia por las ratas y se extiende mediante las mordeduras de las pulgas que viven en estos roedores. Pero cuando estos animales escasean, no tienen ningún problema en morder también a las personas y se contagian unos a otros por vía aérea.

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