SIN RESPUESTAS. Desde la compañía no hubo explicaciones sobre lo que pasó con los dos vuelos. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
Entre el domingo por la noche y la jornada de ayer, dos vuelos de Andes Líneas Aéreas fueron cancelados y cientos de pasajeros quedaron anclados en los aeropuertos de Ezeiza, en Buenos Aires, y en el Benjamín Matienzo, en Tucumán. En ambos casos las naves no pudieron despegar debido a desperfectos técnicos, según informó la tripulación a los pasajeros. Indignación, temor e impotencia se apoderaron de las personas que debían emprender viaje.
En Tucumán una decena de pasajeros arribaba al aeropuerto para tomar el vuelo 855, a las 8.45, con destino a Buenos Aires cuando personal de la aerolínea les comunicó que la nave no había despegado de Salta, y que estaba demorada por un problema técnico. Tras cinco horas de espera, a las 14.15, la empresa Andes ubicó a los 12 pasajeros en un avión de Aerolíneas Argentinas para que pudieran viajar.
"Supuestamente esta línea venía a suplir las falencias de Aerolíneas Argentinas, pero es más de lo mismo. Tuvimos que llamar al hotel para que mantuvieran nuestras reservas", explicó Gerardo Koch que debía viajar con su familia a Puerto Madryn.
"Teníamos que llegar a una consulta médica", comentó Ana María Succar, de 66 años. "Mi hermana debía hacerse unos controles por un problema de salud y temo que no va a llegar a tiempo", manifestó .
"Es una vergüenza. En la empresa brillan por su ausencia. Estoy acostumbrada a viajar, pero jamás me dijeron que la demora es por una falla técnica; esto me produce mucha inseguridad", afirmó Gladys Tapia Garzón, que había viajado desde Catamarca para tomar el avión.
Horas antes en el aeropuerto de Ezeiza, en Capital Federal, los pasajeros del vuelo 898 con destino a la localidad brasileña de Maceió tuvieron que descender del avión porque no carreteaba. Entre los viajeros se encontraba la senadora nacional, Delia Pinchetti de Sierra Morales, que viajaba junto a su familia. "Antes de que el avión despegara se percibía que las ruedas no avanzaban. Se comenzó a sentir un olor a quemado y con posterioridad se escucharon tres explosiones. Parece ser que la turbina derecha explotó", describió la senadora.
El vuelo estaba programado para las 23.45 del domingo pero los pasajeros permanecieron en el aeropuerto a la espera de explicaciones desde la una hasta las seis de la mañana, según explicó Pinchetti a LA GACETA.
El motivo de la cancelación, explicó la empresa a los pasajeros, fue que un grupo de aves había ingresado en uno de los motores de la nave, lo que provocó serios daños.
Ante el inconveniente, los pasajeros fueron enviados a la madrugada a un hotel céntrico, a la espera de un próximo avión. "Nos dijeron que un vuelo proveniente de Salta iba a llevarnos a las 15 hacia Brasil. Pero cuando leí en LA GACETA que un avión se había averiado en esa provincia me di cuenta que no había solución", dijo la senadora antes de tomar un vuelo de otra aerolínea.
Sin respuestas
LA GACETA intentó comunicarse con los responsables de la línea aérea pero no respondieron sus celulares. Tampoco hubo respuestas en las diferentes oficinas que Andes tiene en Tucumán y en Buenos Aires.
Por su parte, el presidente del Ente Tucumán Turismo, Bernardo Racedo Aragón, mostró preocupación por el tema y afirmó que el viernes se reunirá con personas de la aerolínea para plantearle las "fallas contractuales". "Cuando contratamos a la empresa fue porque Aerolíneas Argentinas venía teniendo problemas y Andes había demostrado un 96% de eficiencia. Si la eficiencia deja de existir tendremos que tomar medidas", advirtió el funcionario.
Hace siete días, un avión de la misma empresa se desvió de su ruta original por esquivar una tormenta y tuvo que aterrizar en el aeropuerto de Ponta Porá, en el estado de Mato Grosso, en Brasil. Como consecuencia del temporal, Andes informó que el avión tuvo un despe averió el instrumental y no pudo continuar el vuelo. Cuatro días tardaron los pasajeros en regresar a la provincia.








