Un taxista rural murió luego de chocar de frente contra un carro en la ruta 306

Un taxista rural murió luego de chocar de frente contra un carro en la ruta 306

El vehículo recorrió más de 600 metros descontrolado, y en ese tramo embistió además una motocicleta.

IMPRESIONANTE. Arriba, el auto que conducía la víctima. Abajo, la moto y el carro contra los que chocó.  LA GACETA / ANTONIO FERRONI IMPRESIONANTE. Arriba, el auto que conducía la víctima. Abajo, la moto y el carro contra los que chocó. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
18 Noviembre 2008

“Se podrían haber matado todos”. La sentencia de José Luis Ponce, un vecino de San Andrés, sirve para definir la magnitud del impresionante accidente que se registró anoche, sobre la ruta 306. Un hombre murió y otras nueve personas, entre ellas tres menores, resultaron lesionados, por lo cual fueron hospitalizados.
Jorge González tenía 43 años y vivía en Santa Rosa de Leales. El hombre trabajaba como chofer de un Renault 19 gris, patente BLS-350, que era utilizado como taxi rural. Ayer, a las 22.50, circulaba hacia el sur, trasladando a Fernando Poermancioti, Darío Varela, María del Valle Brito y Raúl Norberto Gómez, quienes iban a sus respectivas casas, también en Santa Rosa de Leales. La zona en la que se produjo el accidente es muy oscura y la ruta, angosta. Presumiblemente González pretendió evitar un bache o a un animal, por lo que salió de su carril. El hombre no había advertido que, de frente, Mario Alberto Sosa, de 54 años, conducía un carro de tracción a sangre en el que, junto con sus dos hijos, transportaba caña de azúcar.
El impacto fue terrible. El taxista sacó la peor parte: la lanza del carro se incrustó en el parabrisas y prácticamente lo decapitó.
Pero el peso del hombre sobre el pedal hizo imprimir aún más velocidad en el vehículo, que avanzó descontrolado unos 600 metros. En el camino chocó la moto de María Norma Villagra, quien circulaba con su hija por la banquina oeste. La moto se partió al medio, pero por suerte las mujeres pudieron saltar a tiempo.

Rozó un árbol
Los pasajeros del auto sólo atinaban a protegerse con los brazos, en un acto desesperado. El vehículo, finalmente, se detuvo contra una alambrada, luego de rozar un enorme árbol. El frente estaba destrozado. “Si le pegaban al árbol salían todos volando por el parabrisas”, opinó Marcos Juárez, un vecino.
Los heridos fueron trasladados al Hospital Padilla, excepto los tres menores, a quienes derivaron al Hospital de Niños. Todos habían sufrido politraumatismos múltiples.
“Se escuchó una explosión. No se veía nada, hasta que de golpe apareció este auto, como salido de la nada. Pensé que iba a chocar contra las casas”, dijo Valeria Romano, una vecina. Los bomberos debieron trabajar durante más de media hora para rescatar el cuerpo del chofer, que había quedado atrapado entre los hierros retorcidos. El carro quedó a un costado de la ruta, destrozado. Una de las ruedas voló más de 20 metros.

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