Nadie detectó el paso de los chinos en la frontera

Nadie detectó el paso de los chinos en la frontera

Los cinco hombres que fueron arrestados en Mendoza y que integrarían una banda de traficantes serán trasladados a Tucumán. Los delincuentes viajaban con tres ciudadanos orientales a través de cinco países. Fueron sorprendidos en Trancas durante un operativo de Gendarmería. Red internacional.

RESCATADOS. Los tres ciudadanos orientales (los rostros fueron pixelados por seguridad) aparecen flanqueados por gendarmes. RESCATADOS. Los tres ciudadanos orientales (los rostros fueron pixelados por seguridad) aparecen flanqueados por gendarmes.
25 Octubre 2008

U$S 2.000. Ese es el precio que cobraban dos delincuentes peruanos para trasladar a tres ciudadanos chinos que iban a ser esclavizados. Pero fueron detectados en la madrugada del jueves en Trancas. Los dos hombres peruanos y otros tres chinos, que eran los que hacían los pagos, fueron detenidos por personal del escuadrón 55 “Tucumán” de Gendarmería Nacional durante un rápido operativo.
Según estadísticas oficiales, el ingreso de indocumentados en el país se incrementó. Los investigadores sostienen que varias bandas están vinculadas a este tipo de delito, con ramificaciones en el exterior. El caso del jueves es un ejemplo. Los delincuentes trasladaron a los ciudadanos chinos desde Colombia; pasaron por Ecuador, Perú, Bolivia y finalmente ingresaron en la Argentina por Salta. En todos los casos utilizaron pasos alternativos ya que los “esclavos”, a pesar de tener pasaportes, no habían sido visados en ninguna aduana.
El miércoles, los gendarmes hicieron detener un colectivo que provenía de Salvador Mazza. En los asientos del fondo viajaban los tres chinos (dos hombres y una mujer) y los dos peruanos. Cuando indagaron a estos últimos se pudo establecer que eran tratantes de personas, que estaban llevando a los chinos hasta Mendoza. Los gendarmes, con la orden del juez federal Daniel Bejas, continuaron el viaje en el colectivo y, cuando llegaron a la provincia cuyana esperaron a que los “compradores” hicieran contacto con los peruanos. Cuando se efectivizó la entrega del dinero, todos fueron arrestados.
Los ciudadanos chinos no hablaban español, por lo cual no se pudo concretar el interrogatorio. Una vez que sean traídos a Tucumán (la próxima semana) se deberá recurrir a los oficios de un intérprete. En principio se comprobó que no habían sido golpeados, pero estaban exhaustos y famélicos.
Los investigadores estiman que a diario se registran maniobras de este tipo. En Migraciones están preocupados ya que advierten que los controles fronterizos están siendo burlados con gran facilidad. Y dicen que los inmigrantes ilegales tranquilamente pasan en ómnibus, en camionetas y en autos.
El juez Bejas le envió un exhorto a su par mendocino Walter Bento, para que se concreten varios allanamientos ya que se sospecha que habría otros ciudadanos chinos (se desconoce cuántos) reducidos a servidumbre. Tampoco se sabe a qué tarea estarían destinados, aunque no se descarta que sean obligados a trabajar en la cosecha o en distintos comercios de la zona. Incluso podrían ser luego pasados a Chile ya que, muchos de ellos según la información que maneja la Justicia, son embarcados en puertos del Pacífico hacia distintos países. Como a los peruanos se les secuestraron varios celulares, los equipos serán sometidos a pericias para identificar a otros eslabones en la cadena de esclavistas.

La ley de Migraciones
Será reprimido con prisión de uno a seis años el que realizare, promoviere o facilitare el tráfico ilegal de personas. Las penas se agravarán de tres a diez años cuando se hiciere de ello una actividad habitual y de cinco a quince años cuando se hubiere puesto en peligro la vida; y de ocho a veinte años cuando el tráfico se hubiere efectuado con el objeto de cometer actos de terrorismo, narcotráfico, lavado de dinero o prostitución.

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La ley de Trata de personas
El que captare, transportare o trasladare, dentro del país, cuando mediare engaño, fraude, violencia o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso de autoridad con fines de explotación, será reprimido con prisión de tres a seis años de prisión. La pena será de cuatro a diez años de prisión cuando: A. El hecho fuere cometido por tres o más personas en forma organizada, B. Las víctimas fueren tres o más.

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