"Tengo terror de que me detengan cuando camine"

“Tengo miedo de caminar por la calle. Pienso que me pueden detener por todo lo que me está pasando”, aseguró Angel David Barraza. El joven siente que, con este caso, todo se le hará más difícil en la vida.
En una entrevista con LA GACETA, el cosechero de limones demostró que está avergonzado y, después de mucha insistencia, aceptó ser fotografiado.

- ¿Por qué sentís tanto temor?
- Por las consecuencias. Trabajo del limón, y si la gente se entera de lo que me está pasando, lo más probable es que me cueste conseguir trabajo.

- ¿Estás seguro de que te robaron la identidad?
-  Sí. Pedí dos certificados de buena conducta en la Policía y en ninguno de ellos aparece ninguna detención, ni siquiera por una contravención policial. Es terrible lo que estoy viviendo. Tengo terror de que me detengan cuando camine por la calle.

-¿Por qué te presentaste ante la Justicia si tenías tanto miedo?
- Hablé con un amigo y él me dijo que lo hiciera porque era inocente y que me quedara tranquilo. Quiero que esto se aclare lo más rápido posible. Quiero demostrar que no tengo nada que ver en esta historia y por eso pedí que se cotejaran mis huellas dactilares con las que aparecen en el expediente.

- ¿Tenés pruebas para demostrar que sos inocente?
- Un montón. Es más, por cuestiones laborales estuve cuatro meses trabajando en España. Me pregunto si un procesado puede abandonar tan fácilmente el país. Para ello tuve que sacar muchísimos papeles y en ninguno de ellos apareció que tenía cuentas pendientes con la Justicia.

- ¿Qué creés que pasó?
- Hubo un pícaro que se hizo pasar por mí. También hubo alguien que le facilitó los medios para que cumpliera con su cometido.

- ¿A quién te referís?
- A la persona del Registro Civil que le firmó la tirilla. Me tocó a mí, pero le pudo pasar a cualquiera. Ellos deben ser más responsables.

- ¿No tenés críticas contra la Justicia?
- No. Ellos hicieron su trabajo. Si bien es cierto que deberían tener más cuidado, creo que todavía tengo la oportunidad para demostrar que se equivocaron.