Es la tercera vez que dañan la Virgen de Yerba Buena

La restauración de la imagen Virgen María Auxiliadora de Yerba Buena ya está en marcha y el encargado de la tarea es el escultor tucumano Jorge Lobato Coronel, que vive en esa ciudad. El domingo, un grupo de desconocidos atacó la escultura, ubicada en el cruce de la avenida Aconquija y Rubén Darío. El hecho conmocionó a los vecinos, ya que la estatua es un punto de referencia para los residentes de la zona.
El lunes a la mañana,  empleados de la Dirección de Obras Públicas de la Municipalidad levantaron la estatua, que había quedado inclinada, y la trasladó a la repartición. Ayer, las autoridades asignaron a Lobato la reparación de la figura. Además, se analiza la posibilidad de enrejar la escultura para que permanezca resguardada.

Los daños
Como consecuencia del ataque, la estatua se desprendió de la base en la que estaba apoyada y los pies quedaron destruidos. “El derecho desapareció, y del izquierdo sólo quedaron dos dedos”, relató el escultor.
Luego de revisar los daños, Lobato explicó que la figura podría haber sido empujada desde atrás, porque la corona quedó manchada con barro. No obstante, el escultor no descartó la posibilidad de que la hayan arrancado. “Además, la pieza presenta varias fisuras. Los principales daños se produjeron en la parte inferior”, señaló.
Según el escultor, la estatua había sido restaurada en la década del 90, al menos dos veces. “Supimos que en una oportunidad le arrancaron la cabeza al Niño Dios, que está en los brazos de la Virgen, y que en otra ocasión le sacaron el cetro que llevaba en la mano derecha”, dijo Lobato, y agregó que esta pieza fue reemplazada por un florero donde los devotos dejan sus ofrendas.

Un material maleable
Lobato comentó que la resina con la que se construye la virgen es un material maleable, que permite trabajar con comodidad.
Explicó que el procedimiento para reparar la figura consistirá en arreglar primero las fisuras, revisar la conservación general de la obra, moldear en arcilla los pies y la base, para recubrirlas con resina y unirlas al cuerpo de la estatua.
Lobato admitió que restaurar obras religiosas es una tarea especial. “Estas piezas tienen un aura solemne. La fe que la gente deposita en la Virgen me obliga a trabajar de un modo especial: cuando moldee los pies, por ejemplo,  hay que tener en cuenta que no serán los de una estatua; serán los de la Virgen”,    expresó Lobato. El escultor anticipó que los trabajos de restauración demorarán, aproximadamente, unos 15 días.