El mundo musulmán estalló en cólera por una caricatura de Mahoma

Un boicot comercial y serias amenazas de la Jihad obligaron a Dinamarca a pedir disculpas públicas.

BLASFEMIA. Algunos de los dibujos publicados en un diario danés. BLASFEMIA. Algunos de los dibujos publicados en un diario danés.
01 Febrero 2006
Copenhague.- Con el peso de un boicot diplomático por parte del poderoso reino petrolero de Arabia Saudí, sumado al boicot a los productos daneses y a las amenazas de violencia de grupos radicalizados contra ciudadanos daneses, el jefe de gobierno de Dinamarca, Anders Fogh Rasmussen, y el  jefe del diario “Jyllands Posten”, Carsten Juste, pidieron disculpas públicas por caricaturas de Mahoma publicadas por el rotativo. Desde que aparecieron, en setiembre, 12 tiras cómicas, Rasmussen y Juste se habían negado a pedir perdón por ofender sentimientos religiosos con el argumento de que la libertad de expresión es uno de los pilares institucionales del país. En las 12 controvertidas caricaturas del diario más importante de Dinamarca, el profeta aparece una vez como terrorista con bomba en el turbante y dos veces como un amable señor. En uno de los dibujos, impide a hombres el acceso al cielo con las palabras: “¡Alto! Se nos acabaron las vírgenes”. El diario, conocido por su crítica al islamismo, había encargado a los dibujantes retratar a Mahoma tal como lo imaginan.
Al igual que Salman Rushdie, el escritor británico de origen indio que estuvo durante casi diez años (desde 1989) amenazado de muerte por una “fatwa” debido a su libro “Los versos satánicos”, Rasmussen teme que el pequeño país escandinavo sufra una ola de violencia y que pueda ser señalado como país canalla por los 1.200 millones de musulmanes en todo el mundo, de los cuales 200.000 residen en Dinamarca. Según estimó el gabinete de crisis, el boicot costará 11.000 empleos daneses durante un año.

Mensajes distintos

“Yo nunca reproduciría a Mahoma o a Jesús de forma que pudiera ofender los sentimientos religiosos de otros”, dijo el premier de 52 años. Sin embargo, cuando en setiembre el diario rompió a sabiendas la prohibición islámica de mostrar en imágenes a Dios o al profeta Mahoma, el tono era bien diferente. “Los daneses empleamos el humor y la sátira”, dijo el jefe del gobierno liberal de derecha en su discurso de Año Nuevo, en medio de una tormenta diplomática. Ramussen se negó incluso a hablar con once embajadores islámicos que exigían explicaciones. “La libertad de expresión no es para nosotros negociable”, repitió a la prensa. Desde que llegó al poder, Ramussen impuso durísimas restricciones a la inmigración procedente del mundo islámico. Ayer evaluaba enviar una delegación a Arabia Saudí, para intentar poner fin al boicot a los productos daneses. (DPA)






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