“Hablar con la verdad para prevenir”: el pedido de Gastón Pauls en Tucumán

EN LAS TALITAS. En el complejo municipal, el artista compartió su experiencia personal: “Soy un adicto en recuperación constante”. la gaceta / foto de osvaldo ripoll EN LAS TALITAS. En el complejo municipal, el artista compartió su experiencia personal: “Soy un adicto en recuperación constante”. la gaceta / foto de osvaldo ripoll

En una conferencia y charla, el actor advirtió que los consumos químicos y digitales están atrapando a niños cada vez más pequeños.

Belén Castellano
Por Belén Castellano 16 Noviembre 2025

“Yo me inicié en el consumo de droga como cualquiera: primero me regalaron un poco y después me la vendieron. Lo mismo pasa con las páginas o aplicaciones de apuestas en los celulares, te regalan la apuesta inicial y luego vienen los problemas”, dijo Gastón Pauls, y la frase quedó suspendida en el salón del municipio de Las Talitas. El actor llegó para brindar una charla de prevención de adicciones y abrió el encuentro con un mensaje directo, sin disfraces, centrado en la salud mental, la necesidad del acompañamiento y el valor de la comunidad. Su tono fue sereno, firme, atento a un público que buscaba respuestas y también herramientas para cuidar.

Hablar sin eufemismos

Consultado por LA GACETA acerca de cómo deben dirigirse los adultos a los niños y jóvenes sin transmitir un sermón y sin sumar más personas al “barco de las adicciones” que mencionó durante la conferencia, Pauls afirmó: “La única forma posible es hablar con la verdad para prevenir y dejar de apelar a una determinada ‘manera elegante’ de decir las cosas”. “Los niños y adolescentes saben perfectamente qué es el porro, qué es el alcohol, qué son las apuestas, qué es la pornografía”, sentenció y señaló que esta doble adicción, química y digital, convive con una sociedad que normaliza ambos consumos y que permite que los más chicos queden expuestos sin herramientas para comprender lo que enfrentan.

En su respuesta, el actor advirtió que los dispositivos, las drogas y las casas de apuestas nacen de decisiones adultas y no de los niños que los consumen. “Los celulares, las casas de apuesta, las drogas -ni las sintéticas ni las más crudas- no están creadas por niños. Están hechas por gente como nosotros que construyen una máquina de aniquilar a nuestros propios hijos”, dijo. A su vez, afirmó que hablar sin eufemismos es una obligación. “Para ganar un tiempo libre en casa les damos el celular que es lo mismo que darle cocaína y decirle: ‘callate la boca, andate a tomar mientras yo hago mis cosas’. Mientras sigamos consumiendo, vamos a generar niños adictos. Tenemos que hacernos cargo: muchas veces nosotros somos la manzana podrida”, aclaró.

Puertas abiertas

Tras la conferencia, las miradas se posaron sobre una experiencia silenciosa, pero sostenida, que trabaja a pocos kilómetros de allí: el Hogar de Cristo María de Belén, en Fortunata García 2.448. El espacio, que se ubica en el límite entre los barrios Ciudad Jardín, Ejército Argentino y Victoria, acompaña a personas que atraviesan consumos problemáticos, en un modelo de bajo umbral y contención comunitaria.

Uno de sus voluntarios es Luciano Paola Royano, técnico en Ciencias de la Comunicación, vecino del barrio y tallerista del espacio. Su llegada al hogar fue tan inesperada como transformadora: “Vivo a una cuadra y no sabía que existía esta casa de acompañamiento que lleva ocho años. Un día pasaba una procesión, la seguí y así es como llegué”. Según recuerda, enseguida notó que faltaban voluntarios y que persistía una fuerte barrera social: “Había mucha discriminación. Mi primer pensamiento fue hacer un canal para que los vecinos conozcan el lugar”.

Luciano lleva más de una década trabajando en abordaje comunitario y decidió sumar su formación a un proyecto novedoso dentro del hogar: la radio abierta “Radio Abundancia”. Allí, los participantes aprenden nociones técnicas de oratoria y de producción para contar sus historias y relacionarse con los vecinos.

“No hay reglas de admisión, abrazamos la vida como viene y el único requisito es que puedan seguir las normas de convivencia”, explica. Y agrega que el taller se transformó en un puente eficaz con la comunidad: “Hacemos una radio abierta mensual. En tres encuentros la preparamos y, una vez al mes, nos solicitan instituciones del barrio como escuelas o la parroquia. Muchas veces los vecinos mismos nos prestan su vereda. La última fue en la vereda de una panadería”.

Cambios reales

Los efectos, afirma Luciano, fueron visibles. “Los vecinos cambiaron su actitud y son conscientes del entorno. Los chicos del hogar modificaron su comportamiento y nos enorgullece eso”. El cambio también alcanzó a instituciones clave: “El cambio en el CAPS del barrio fue impresionante. Los profesionales de ahí tenían rechazo a los asistentes del hogar, ahora son guiados y ayudados”.

El taller también abrió puertas hacia otros espacios formativos. “Recibimos estudiantes de Comunicación y también fuimos al estudio de la facultad de Filosofía y Letras. Hice los pases de prensa y cada vez que los usan, sienten que están a la altura de cualquier colega de la carrera”, cuenta Luciano.

DEL HOGAR. La Radio Abundancia funciona en las veredas y en instituciones. DEL HOGAR. La Radio Abundancia funciona en las veredas y en instituciones.

Reconstruirse

Entre quienes participan activamente de la radio está Nerea Argañaraz de 38 años, que atraviesa una recuperación dolorosa y valiente. “Llegué al hogar luego de una recaída. Sufrí la pérdida de mi hija de 17 años luego de una depresión y suicidio y caí yo en depresión”, relata con la voz entrecortada por el recuerdo. Hoy alterna entre un albergue y el hogar, donde encontró contención y tareas que la ayudan a sostenerse: “Participo de la radio como locutora, también en el taller de carpintería, soy multifunción”.

Para ella, la dimensión espiritual del hogar es fundamental y remarcó que muchas personas están esclavizadas en adicciones distintas: “Es muy importante la contención espiritual, agradecemos cada día todo lo que nos da. Hizo un milagro extraordinario en mi vida, desde mi vestimenta y vocabulario”. La lucha, asegura, es diaria. “En mi caso el duelo es difícil, pero tengo que confiar en mí misma. Le pedí un mensaje a Gastón para los jóvenes con problemas de consumo y nos dijo que confiemos en uno mismo y no en lo que creen de nosotros. Creemos lo que nos dice la gente, que no vamos a cambiar. Dios me ayudó a creer en mí y me lo tomé en serio. Valgo mucho”, dijo.

Nerea siente que hoy se reconstruye paso a paso. “Me estoy fijando en mí. La base para una casa son los cimientos y yo soy la base”. Dice que tiene una casa propia que aún está en obra, pero que sueña con verla terminada: “Me gustaría tener bien mi cocina, es mi gran anhelo”. Sus propósitos también incluyen volver a reunirse con sus dos hijos. “Mi hija mayor quería paz, por eso tomó esa decisión, y yo tengo dos hijos por quienes seguir luchando”, concluyó.

El mensaje de Pauls coincidió con las historias del hogar: la prevención y la recuperación no se construyen desde el aislamiento, sino desde una red que escucha, acompaña y transforma.

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