Inflamación abdominal: cómo cocinar los alimentos para evitar gases

Las personas deben aprender a reconocer qué consecuencias produce cada alimento en su cuerpo. Esto permitirá tomar decisiones conscientes al momento de elegir qué comer.

Las flatulencias pueden ser incómodas, además de generar dolores y cólicos. Las flatulencias pueden ser incómodas, además de generar dolores y cólicos.
15 Septiembre 2025

Existen múltiples causas que generan gases en los intestinos. Esta condición puede producir desde dolores e incomodidad hasta disminución en la calidad de vida de las personas que los padecen. Aunque suelen ser normales, hay conductas alimenticias que potencian su desarrollo. También pueden ser indicadores de enfermedades, si aparecen en exceso, o de una alimentación incorrecta.

Existe un comportamiento inconsciente que puede influir en la producción de gases en los intestinos y es tragar aire. Es conocido como aerofagia y se produce por hablar al masticar, tomar líquidos con sorbete y masticar chicles o fumar. El aire que llega al estómago tiende a buscar salidas, razón por la que se dirige comúnmente a los intestinos.

Otros factores que producen gases son la elección de los alimentos o la fermentación de bacterias en el colon. En ambos casos, corresponde hacer una revisión de la dieta del paciente para detectar si se trata solo de la combinación de alimentos o si puede tratarse de algún tipo de patología gástrica. Es importante tener en cuenta que el estrés, la ansiedad o el consumo de algunos medicamentos también pueden propiciar la inflamación abdominal.

Trucos para cocinar y evitar los gases

Las frutas y verduras tienen un alto contenido de fibra, capaz de generar gases. Masticarlos bien y de forma lenta puede disminuir su aparición. Lo mismo sucede si, como forma de cocción, se eligen hervir o saltear. Por otra parte, las legumbres suelen ser evitadas para disminuir la posibilidad de formación de gases. Dejarlas durante toda la noche en remojo con una cucharada de bicarbonato de sodio antes de enjuagar puede ser una solución.

Dentro de las verduras, el brócoli y la coliflor son comúnmente asociados a la producción de gases. Para disminuir estos efectos, cocinarlos en agua hirviendo entre seis y ocho minutos para ablandar azúcares complejos y hacerlos más digeribles. También agregar laurel para “relajar” el intestino.

La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria da algunas recomendaciones extra como: disminuir el consumo de tomate, apio y zanahoria en ensaladas; pelar el tomate; evitar condimentar verduras con menta, hierbabuena, comino, orégano, anís verde o cardamomo; y esperar entre dos y tres horas después de la cena y antes de ir a dormir.

Las cocciones a la plancha o al horno también son más apropiadas. También se puede optar por la forma de sopa o puré de estos alimentos, pero es importante conocer cada organismo, porque todos reaccionan diferente ante distintos alimentos. Si ingredientes comunes como frutas y verduras producen gases en exceso, entonces se debe consultar con un especialista en gastroenterología.

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