Recuerdos fotográficos: 1916. El famoso músico Saint Saëns descarga su ira en Tucumán

Recuerdos fotográficos: 1916. El famoso músico Saint Saëns descarga su ira en Tucumán

En este espacio de “Recuerdos” LA GACETA busca revivir el pasado a través de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, los haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.

Por Roberto Delgado y Jorge Olmos Sgrosso 24 Agosto 2025

La visita del famoso ejecutante y compositor Camille Saint-Saëns sacudió a Tucumán. Fue en junio de 1916, cuando la provincia, con el gobernador Ernesto Padilla a la cabeza, entraba de lleno en los festejos del centenario de la Independencia.

Ya desde Buenos Aires, el irascible anciano de 81 años había advertido que no iba a tocar en ningún piano de marca alemana, puesto que el mundo estaba en plena Primera Guerra. Pero todos los pianos en Tucumán eran “Bechstein”, de cuño alemán. Le avisaron por telegrama que no iba a ser posible el espectáculo y al final el músico accedió.

Cuando llegó, ese viernes 16 a mediodía lo recibieron en la prestigiosa Casa Breyer, para probar el piano del concierto. Allí exhibían una gran cantidad de partituras de sus obras y al verlas montó en cólera. A los gritos dijo que se trataba de ediciones pirata. Después, durante la visita a la Academia de Bellas Artes, se enojó cuando una ejecutante le anunció que iba a ofrecer una composición de César Franck y él vociferó que cómo iban a hacerle oír productos de ese sinvergüenza que lo había sustituido en la presidencia de la Sociedad Nacional de Música de París.

El domingo 18 el gobernador lo llevó a la inauguración del Museo Provincial de Bellas Artes. Cuando la orquesta, dirigida por José Ruta, interpretaba los acordes finales de “Danza Macabra”, de Saint Saëns, el francés golpe violentamente en el piso con su bastón para mostrar su absoluto desacuerdo con la ejecución. El maestro Ruta intentó darle explicaciones que el irascible anciano rechazaba sin contemplaciones. Meses más tarde Saint Saëns se disculpó con Ruta en una carta que publicó LA GACETA en facsímil. En “Un irascible visitante de 1916” (20/05/12) Carlos Páez de la Torre (h) reprodujo esas jornadas de incomodidad.

En la imagen se ve en el Museo de Bellas Artes a Saint Saëns al centro, y a su lado, en primera fila, están Juan Heller (con el sombrero en la mano, quien había organizado la Sección de Bellas Artes del Museo) y el gobernador Padilla (con las dos manos sobre el bastón).

Comentarios