Por Benjamín Papaterra
21 Agosto 2025
Atlético transitó semanas intensas entre el Clausura y la Copa Argentina, con partidos que lo obligaron a demostrar carácter y también autocrítica. Uno de los protagonistas en este tramo es Gianluca Ferrari, defensor que debutó en el segundo semestre en el último partido frente a Sarmiento de Junín. Su aparición, aunque no lo dejó del todo conforme, le abrió la puerta a una reflexión profunda sobre el presente del equipo y las responsabilidades que sienten como futbolistas en un contexto donde los resultados pesan tanto como la entrega.
Ferrari no esconde lo que sintió en su estreno. “Yo creo que no fue un buen partido mío, más allá de que en general no fue un buen primer tiempo. No me sentí bien, pero sirve el punto, porque antes estos partidos que jugábamos mal los perdíamos. Jugar mal y rescatar al menos un punto es valorable por la actitud del equipo”, reconoció.
El defensor pone el énfasis en un aspecto que, según él, debe ser el mantra del “Decano”: nunca bajar los brazos. “Me quedo con eso, con la valentía de ir a buscar el empate hasta el último minuto, aún con carencias y cosas por corregir. Esa es la actitud que tenemos que tener”, explicó.
La herida
El golpe por la eliminación en Copa Argentina todavía duele en el plantel. Ferrari fue tajante. “Sabemos que estamos en deuda con la gente que viajó. Fue muy triste, al menos yo me fui muy triste. El estadio estaba lleno, hicieron un gran esfuerzo por acompañarnos y sentimos que les fallamos. Teníamos una ilusión muy grande”, indicó.
Esa frustración se transformó en motor para los siguientes compromisos. “Por eso tratamos de buscar hasta el final, ya sea contra Sarmiento. Sabemos que tenemos que hacer muchas cosas mejor, pero con nuestras armas y carencias tenemos que salir a pelear cada partido”, reflexionó.
La actitud
Ferrari es consciente de que en el fútbol no siempre se puede brillar. “Ojalá todos los partidos fueran buenos, ojalá todos los partidos haga goles como contra Independiente Rivadavia. Para eso me entreno todos los días. A veces no se da, a veces el rival hace más méritos. Pero hay que reponerse, entrenar y dejar todo para el próximo partido. De mi parte, la actitud nunca va a faltar”, aseguró.
En esa línea, señaló que su responsabilidad es doble: jugar bien y mostrar compromiso. “Capaz que puedo tener un mal partido, pero trato de poner siempre la actitud”, remarcó.
Dolor personal
El defensor también dejó entrever que detrás de la pelota hay historias invisibles. “Mi familia siempre está. Hay muchas cosas que la gente no sabe, pero me familia siempre me está acompañando en momentos duros que van más allá del fútbol. Esto es simple: entrenar, estar partido a partido y tratar de transmitir que queremos dar lo mejor”, contó.
Su vínculo con la familia es además un puente con los hinchas. “Yo también soy hincha. Sé lo que sale una entrada, lo que significa viajar, porque mis viejos lo hicieron: fueron a Salta, fueron a Junín. Sé lo que gasta el hincha. Entonces tratamos de representarlos de la mejor manera”, dijo con emoción.
Cada partido, una final
La realidad de la tabla Anual y el Clausura obligan a Atlético a no regalar nada. Ferrari lo tiene claro: “Son todas finales para nosotros. No estamos en condiciones de regalar nada. Primero tenemos que jugar bien, porque contra Sarmiento no se jugó bien. Pero también con la misma actitud de ir a buscarlo, de arriesgar un poco más”.
Ese es el camino que, a su entender, debe marcar al plantel en lo que viene: combinar juego y coraje. “La actitud en el segundo tiempo con Sarmiento fue lo que rescato: el deseo de ir a buscar más. Ese es el espíritu que tenemos que mantener”, concluyó.
Lo más popular
