¿Tu empresa te puede despedir por oler mal? Qué dice la legislación española

El abogado laboralista Juanma Lorente despeja todas las dudas.

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19 Agosto 2025

La higiene personal en el trabajo no es solo una cuestión de imagen, sino también de convivencia laboral. Un mal olor persistente puede afectar al clima de la oficina, a la concentración de los compañeros y, en última instancia, a la productividad de la empresa. El abogado laboralista español Juanma Lorente, conocido en redes sociales como @JuanmaLorente_Laboralista, lo explica con contundencia: “Tu empresa te puede despedir por oler mal. Que sepas que a esa persona que no huele bien en tu trabajo, la empresa le puede despedir disciplinariamente, sin indemnización por ese motivo”.

El Estatuto de los Trabajadores y el despido disciplinario

El artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores regula el despido disciplinario en España. Aunque no menciona de forma explícita la falta de higiene, sí contempla los incumplimientos graves del trabajador que vulneren la buena fe contractual o alteren el normal desarrollo de la actividad laboral.

Esto significa que acudir al trabajo en condiciones inadecuadas, como con un olor fuerte y reiterado, puede considerarse una infracción grave.

Además: El artículo 20 otorga al empresario la facultad de dirigir y controlar la actividad laboral.

El artículo 58 regula las sanciones por incumplimientos, lo que permite aplicar amonestaciones antes de llegar al despido.

Antes del despido: advertencias y sanciones

El abogado aclara que el despido no suele ser la primera medida:

Primero, la empresa debería dar avisos verbales o escritos.

Si la conducta no cambia, pueden aplicarse sanciones disciplinarias.

Solo en caso de persistir la falta de higiene, el empresario puede recurrir al despido disciplinario, sin derecho a indemnización.

“Si incluso con los toques de atención el trabajador sigue sin tener una higiene mínima para ir a trabajar, pues tendrá que terminar en la calle”, resume Lorente.

Un recordatorio para todos los trabajadores

La reflexión de Lorente va más allá del aspecto legal: “Si algún día dudas si ducharte o no antes de ir a trabajar, dúchate, porque te pueden despedir por no ducharte e ir oliendo fatal a tu trabajo”.

En definitiva, la higiene personal forma parte de las obligaciones laborales cuando afecta a los demás. No cumplir con este deber puede derivar en sanciones y, en último término, en la pérdida del empleo.

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