El actor y doble de riesgo estadounidense, Ronnie Rondell Jr., falleció a los 88 años en un geriátrico de Osage Beach, Missouri. Su nombre puede no resultar familiar para el gran público, pero su imagen quedó grabada en la historia de la música: fue el protagonista de la icónica foto del álbum Wish You Were Here (1975), de Pink Floyd, en la que aparece estrechando la mano mientras su cuerpo está envuelto en llamas.
Nacido en California en 1937, Rondell Jr. desarrolló una extensa carrera como especialista de riesgo en Hollywood. Participó en decenas de producciones, poniendo el cuerpo en escenas de alto impacto de filmes como Arma Mortal, Thelma y Louise, Star Trek: Primer Contacto, Máxima Velocidad y Matrix recargado.
Su última gran aparición fue precisamente en Matrix Reloaded (2003), durante la recordada persecución en la autopista. Al año siguiente recibió un reconocimiento a su trayectoria en los Taurus World Stunt Awards, los premios que distinguen a los mejores dobles de riesgo del mundo.
Su vida profesional estuvo marcada por lesiones de todo tipo: fracturas, conmociones cerebrales, reemplazos de cadera y hasta fusión de columna. Aun así, según colegas, nunca se quejaba y casi nunca rechazaba un trabajo.
La foto que marcó la historia del rock
En 1975, mientras Pink Floyd trabajaba en Wish You Were Here, el equipo de diseño Hipgnosis -liderado por Storm Thorgerson y Aubrey Powell- propuso una idea disruptiva: dos empresarios dándose la mano y uno de ellos en llamas, como metáfora del “trato peligroso” con la industria discográfica.
Rondell fue convocado por ser uno de los pocos especialistas dispuestos a prenderse fuego para una toma estática. Sin embargo, él mismo advirtió los riesgos: “Es muy peligroso que un hombre se quede quieto mientras se lo prende fuego”, dijo en su momento.
El rodaje se realizó en los estudios Warner Bros, en Burbank. Vestido con un traje ignífugo y una peluca especial, Rondell soportó 15 repeticiones hasta que finalmente se logró la toma deseada. La última, la que se convirtió en portada, fue también la más peligrosa: un cambio de viento hizo que las llamas le dieran de lleno en la cara.







