En los últimos años se comenzó a hablar de objetos interestelares que se mueven dentro del sistema solar. se denomina objeto intersetelar a algo que no es una estrella ni está ligado a una y que se originó fuera del Sistema Solar.
Hasta el momento se confirmó la presencia de tres objetos de origen interestelar transitando el Sistema Solar: 1I/2017 U1 (Oumuamua), 2I/2019 Q4 (Borisov), 3I/2025 N1 (Altas). Esta nomenclatura indica lo siguiente: El primer número es el orden en que se los descubrió, la letra I indica que es un objeto interestelar, luego el año del descubrimiento y la última letra con número es la época del año en que se lo descubrió. Lo que va entre paréntesis es el nombre que le pusieron los descubridores. El primero fue descubierto con el telescopio Pan-Starrs en Hawai. El nombre Oumuamua significa “un mensajero de lejos que llega primero” en idioma hawaiano y es un objeto tipo asteroide muy alargado. El segundo fue descubierto por Guennadi Borisov, un constructor de telescopios y astrónomo aficionado de Crimea. El último por un telescopio del sistema Atlas en Chile. Los dos últimos son de tipo cometario, más pequeños y aún no se ha determinado con precisión su tamaño.
La pregunta es: ¿Cómo se sabe que son objetos que se formaron fuera del Sistema Solar?
Después de que se descubren un objeto en el cielo se lo observa para tratar de determinar su órbita. Los objetos del Sistema Solar tiene órbitas cerradas (elípticas) alrededor del Sol porque están atrapados por su gravedad. Estos objetos interestelares tienen trayectorias hiperbólicas, que son abiertas. Es decir pasarán una vez cerca del Sol y no volverán nunca. Se mueven a velocidades más alta que los objetos del Sistema Solar.
Estos objetos nacen de nubes de gas interestelar diferentes y se espera que su composición química sea diferente a los del Sistema Solar. Es difícil estudiar su composición porque tienen poco brillo, se necesitan telescopios grandes para observarlos y por su alta velocidad es difícil se seguirlos, pero se está haciendo. Hay que remarcar que los telescopios grandes (con espejos de más de 4 metros) no son muchos y son muy solicitados, por lo que es difícil conseguir tiempo de observación.
El Sistema Solar está rodeado por una esfera de polvo y escombros que son restos de la nube de la que se formó el Sol. Esta esfera es la nube de Oort y allí se originan cometas y asteroides. Muchos de ellos, por colisiones salen despedidos hacia el interior del Sistema Solar y se mueven alrededor del Sol con órbitas cerradas muy variadas. Otros salen al exterior. Se estima que son más los que salen al exterior que los que van al interior. En algún momento podrían entrar en otro sistema planetario. Eso ocurriría con los objetos interestelares. Es probable que otros objetos de este tipo hayan transitado por el Sistema Solar, pero no fueron detectados. En los últimos años se han puesto en funcionamiento varios telescopios dedicados a buscar objetos como asteroides, cometas y planetas extrasolares, que también ayudan a descubrir otros objetos. Se espera que con la entrada en funcionamiento del Telescopio Vera Rubin en Chile, se descubran mucho más.
Hay muchas especulaciones respecto al origen de los objetos interestelares, pero eso no tiene nada que ver con la ciencia.







