Desde el desierto de Atacama: cómo se observó por primera vez el nacimiento de un sistema solar

Un equipo internacional ha utilizado los telescopios ALMA, en el desierto de Atacama, y el James Webb para observar el momento exacto en que los primeros minerales sólidos comienzan a formarse alrededor de una estrella joven.

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18 Julio 2025

A través de los telescopios ALMA, ubicado en el desierto de Atacama (Chile), y el James Web, un equipo internacional de astrónomos observó por primera vez del preciso instante en que comienza la formación de planetas alrededor de una estrella joven. El hallazgo en el sistema HOPS-315, a 1.300 años luz, revela la condensación de los primeros minerales sólidos, ofreciendo una visión sin precedentes de cómo pudo haber sido el origen del Sistema Solar.

El descubrimiento fue publicado el miércoles pasado en la revista Nature. Según Melissa McClure, autora principal del estudio y profesora de la Universidad de Leiden (Países Bajos), esta observación marca un hito. En un comunicado emitido por el Observatorio Europeo Austral (ESO), McClure afirmó: "Por primera vez, hemos identificado el momento más temprano en que comienza la formación de un planeta alrededor de una estrella".

¿Qué revelaron el telescopio James Webb y el observatorio ALMA en Chile sobre el nacimiento de planetas?

Un reciente descubrimiento, atribuido al telescopio espacial James Webb, revela un sistema planetario que se asemeja a "una imagen del sistema solar bebé", según Merel van 't Hoff, coautora del estudio y docente de la Universidad Purdue (Estados Unidos). 

Van 't Hoff explica que "estamos viendo un sistema que se parece a cómo era nuestro sistema solar cuando comenzaba a formarse". Este sistema emergente se localiza alrededor de HOPS-315, una protoestrella a aproximadamente 1.300 años luz de la Tierra, considerada análoga al Sol en sus inicios. 

Como es habitual alrededor de estas estrellas jóvenes, los astrónomos observaron discos de gas y polvo, denominados "discos protoplanetarios", descritos por el ESO como los lugares donde nacen los planetas.

ALMA y Webb: dos grandes aliados para el estudio del espacio

La identificación de estos minerales fue posible gracias a una colaboración única entre dos de los observatorios más potentes del mundo. Primero, el Telescopio Espacial James Webb (JWST) detectó la firma química de los minerales. Luego, para determinar su ubicación exacta, el equipo utilizó el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), operado por el Observatorio Europeo Austral (ESO) y sus socios internacionales en el desierto de Atacama.

Los datos de ALMA fueron cruciales para determinar que las señales provenían de una pequeña región del disco que rodea a la estrella, en una zona equivalente al cinturón de asteroides de nuestro Sistema Solar. «Estamos viendo estos minerales en este sistema extrasolar en el mismo lugar en que los vemos en los asteroides del Sistema Solar», afirma Logan Francis, investigador de la Universidad de Leiden.

Gracias a esta sinergia, el disco de HOPS-315 se convierte en un análogo perfecto para estudiar nuestra propia historia cósmica y proporciona un modelo invaluable para entender cómo nacen los sistemas planetarios en toda la galaxia.

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