Cómo evitar intoxicaciones alimentarias durante el verano: consejos clave del Hospital Clínic de Barcelona

Profesionales sanitarios advierten que el cuidado no solo debe centrarse en qué se come, sino en cómo se manipulan, almacenan y consumen los alimentos.

Cómo evitar intoxicaciones alimentarias durante el verano: consejos clave del Hospital Clínic de Barcelona FOTO/EL KOLAB
23 Junio 2025

Con la llegada del verano y celebraciones populares como la verbena de San Juan, las comidas al aire libre se vuelven protagonistas en la rutina de muchos españoles. Sin embargo, el aumento de las temperaturas y la preparación anticipada de alimentos elevan también el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias, un problema de salud pública que afecta cada año a millones de personas en el mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades de origen alimentario afectan a 600 millones de personas anualmente y provocan alrededor de 420.000 muertes, una cifra alarmante que subraya la necesidad de adoptar medidas preventivas, especialmente durante los meses de calor.

Desde el Hospital Clínic de Barcelona, profesionales sanitarios advierten que el cuidado no solo debe centrarse en qué se come, sino en cómo se manipulan, almacenan y consumen los alimentos, sobre todo cuando estos deben ser transportados o permanecen fuera del refrigerador durante horas, consignó La Vanguardia.

¿Qué causa una intoxicación alimentaria?

Las intoxicaciones alimentarias pueden estar causadas por bacterias (como Salmonella, E. coli, Listeria o Campylobacter), virus (como el norovirus o la hepatitis A), parásitos y también toxinas naturales presentes en algunos alimentos, como la solanina en patatas verdes o sustancias peligrosas en hongos no comestibles.

Los síntomas más comunes -náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y dolor abdominal- pueden resultar especialmente graves para niños pequeños, personas mayores, mujeres embarazadas o quienes tienen el sistema inmunológico debilitado.

Medidas básicas de prevención

La buena noticia es que la mayoría de estos episodios pueden evitarse con simples precauciones de higiene y conservación, aplicables en el hogar o al aire libre:

- Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de cocinar, tras ir al baño o después de tocar superficies potencialmente contaminadas.

- Evitar preparar comida para otras personas si se tienen síntomas gastrointestinales.

- Mantener limpios todos los utensilios de cocina, así como lavar frutas y verduras antes de consumirlas.

- Conservar los alimentos fríos por debajo de 4 °C y los calientes por encima de 60 °C, y refrigerar las sobras en un plazo máximo de dos horas.

- Separar los alimentos crudos de los cocinados, utilizando diferentes utensilios y superficies para evitar la contaminación cruzada.

- Cocinar completamente carnes, pescados y huevos, y comprobar siempre la fecha de caducidad de los productos.

- Además, ciertos colectivos de riesgo -como embarazadas, niños y personas inmunodeprimidas- deben evitar alimentos potencialmente peligrosos como quesos blandos no pasteurizados, sushi con pescado crudo o embutidos curados sin cocción.

¿Qué hacer ante los síntomas?

En caso de presentar síntomas leves de intoxicación alimentaria, lo más importante es mantenerse bien hidratado y guardar reposo. Si el malestar persiste o se agrava, es imprescindible buscar atención médica para evitar complicaciones.

Con estas recomendaciones sencillas pero efectivas, disfrutar de barbacoas, picnics y celebraciones veraniegas sin sobresaltos para la salud es perfectamente posible.

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