Trump ordenó reabrir Alcatraz: los oscuros secretos de la cárcel más famosa del mundo

Años después de su cierre, resurgen los secretos de una prisión marcada por el aislamiento extremo, la violencia y los intentos de fuga más audaces de la historia.

Donald Trump ordenó reabrir la cárcel de Alcatraz Donald Trump ordenó reabrir la cárcel de Alcatraz
07 Mayo 2025

Donald Trump ordenó reabrir la prisión de Alcatraz, cerrada en  1963 y convertida en un centro turístico por decisión de Robert F. Kennedy. Ubicada en la bahía de San Francisco, la famosa cárcel volverá a funcionar y alojará a los delincuentes más peligrosos del país por pedido del presidente de Estados Unidos.

Trump no brindó precisiones sobre el proyecto, más allá de afirmar que será “más grande” que la original. La medida encendió una ola de críticas, sobre todo después de que se conociera que su administración deportó ciudadanos venezolanos a una prisión en El Salvador, bajo el gobierno de Bukele, desobedeciendo una resolución judicial.

Alcatraz: cómo era esta cárcel invencible y por qué la cerraron

Sobre una pequeña isla frente a San Francisco funcionó Alcatraz, la cárcel que se presentó al mundo como la más segura e inexpugnable. Allí enviaban a los delincuentes más temidos. 

La vida allí rozaba lo inhumano. El contacto entre presos estaba prohibido, el silencio era norma, y los guardias aplicaban castigos físicos brutales. El lugar más temido era El agujero: calabozos angostos, oscuros, alejados del resto. Sin luz, sin ropa y en completa soledad, los presos podían pasar semanas allí.

El aislamiento era total. Ni siquiera podían hablar durante las comidas. Las actividades recreativas eran casi nulas. Con el tiempo, la tensión se volvió insostenible. Las automutilaciones y los intentos de suicidio se volvieron frecuentes. Recién entonces se flexibilizaron algunas reglas: se permitió ver películas y hacer música.

La cárcel de Alcatraz por dentro La cárcel de Alcatraz por dentro

Solo contaban con una comodidad: el agua de las duchas era muy caliente. Querían evitar que el cuerpo se acostumbrara al frío. Un truco para engañar el metabolismo.

La prisión fue clausurada en 1963 por orden de Robert Kennedy. Su fama ya era pésima. El experimento había fracasado: el maltrato y la violencia sistemática arrasaron con cualquier idea de rehabilitación.

El dinero también fue un factor clave. El mantenimiento era carísimo y el edificio, corroído por la sal, el agua y los vientos, pedía reparaciones constantes. A eso se sumó un golpe final: la imagen de fortaleza invulnerable se desmoronó con sucesivos intentos de fuga. Uno en particular, el último, fue el que terminó por hundir al sistema.

Temas Donald Trump
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios