Imputan de violencia de género a un hombre que saltó de un séptimo piso para evadir a la Policía

Imputan de violencia de género a un hombre que saltó de un séptimo piso para evadir a la Policía

Los agentes le exigieron que abriera la puerta, pero el residente tomó la decisión de arrojarse al vacío. Había encerrado a su pareja.

FOTO DE MIINISTERIO PÚBLICO FISCAL FOTO DE MIINISTERIO PÚBLICO FISCAL

Fue un caso que consternó a los vecinos de barrio sur. Una joven que había sido encerrada por su pareja pidió ayuda desde lo alto de su departamento para que alguien la rescatara. Dos efectivos subieron al séptimo piso del edificio, en Lavalle al 500, para auxiliar a la víctima. Los agentes le exigieron al hombre que habitaba el departamento que abriera la puerta, pero el residente tomó la decisión de arrojarse al vacío. La caída no lo mató, y ayer fue imputado por privación ilegítima de libertad y se le dictó la prisión preventiva por 30 días.

En el caso interviene la Fiscalía de Violencia de Género de feria. El auxiliar fiscal Exequiel Filmann expuso los detalles del caso ante el juez Alejandro Tomas.

Filmann explicó que el 15 de enero la víctima K.V estaba en el departamento con su pareja D.J cuando cerca de las 2 comenzó una discusión porque el acusado habría estado revisando el celular de la joven. En ese contexto, según la acusación, D.J le dio una cachetada a su novia y la encerró en una habitación de la vivienda por varias horas.

Alrededor de las 11, la joven, que hacía señas desde la ventana del cuarto, fue vista por un transeúnte que le advirtió al portero del edificio de la situación. Estos testigos llamaron a dos agentes que recorrían esa zona y los efectivos subieron al séptimo piso para averiguar qué estaba ocurriendo.

Cuando llegaron al departamento golpearon la puerta y oyeron la voz de un hombre que les pidió que esperaran un segundo. K.V gritó en ese momento: “¡ayuda por favor! Mi novio no está bien, no me deja salir ¡ayuda!”. Los policías le insistieron al acusado que abriera la puerta, y cuando estaban a punto de derribarla oyeron un estruendo. D.J había saltado por una ventana, durante la caída, el motor de un aire acondicionado amortiguó su descenso a mitad de camino y le permitió sobrevivir al impacto contra el piso.

Con varios huesos rotos, el joven intentó escapar y recorrió más de 100 metros hasta la esquina de Bolivar y Congreso, donde la Policía lo aprehendió y lo trasladó de urgencia a un hospital. Filmann, que describió toda la secuencia del hecho, consideró también que el acusado: “protagonizó un intento de fuga digno de una serie de Netflix, poniendo en riesgo incluso su propia vida”. Con esos términos remarcó que D.J demostraba que no acataría el proceso penal si permanecía en libertad. “Demostró ser reticente a la autoridad, medidas menores a la prisión preventiva no alcanzarán para asegurar que quede ligado al proceso. Además debemos cautelar los testimonios de la víctima y de los testigos”, sostuvo, y pidió 30 días de preventiva. El acusado

“Todavía no pude declarar porque cuando pude salir no me sentía bien, llevaba horas sin comer algo y fui a casa de mi mamá”, dijo K.V.

El defensor Humberto Castaldo solicitó que se considerara un arresto domiciliario. Explicó que D.J “es una persona enferma que acude a narcóticos anónimos en busca de solucionar su problema”. También remarcó que el informe médico forense advertía que por las lesiones (fracturas de ambos codos) el acusado no estaría en condiciones de estar en una cárcel o comisaría hasta recibir el alta. El juez Tomas finalmente coincidió con la Fiscalía en que había riesgos procesales latentes y ordenó la preventiva.

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