30 Junio 2002
UNA POSTAL. Una imagen impresionante de lo que fue
Yokohama.- Fue una fiesta a todo lujo. Personalidades de la política internacional, estrellas del espectáculo y del fútbol, brillaron en el estadio que estuvo colmado por el público.
La totalidad de las 72.370 entradas para la final del decimoséptimo Mundial, que Brasil y Alemania jugaron en el Estadio Internacional de la ciudad japonesa de Yokohama, fueron vendidas, según informaron las máximas autoridades la FIFA y del comité organizador.
El portavoz de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, Keith Cooper, explicó que la ocupación del estadio es la undécima mayor en la historia de las finales de mundiales.
Según Cooper, 65.900 fanáticos tuvieron que pagar -algunos llegaron a abonar U$S1.000 en el mercado negro- para conseguir una entrada.
La mayor asistencia de público a una final fue en el estadio Maracaná de Río de Janeiro en 1950, cuando 174.000 personas acudieron al recinto para ver en vivo el enfrentamiento entre Uruguay y Brasil que causó conmoción, ya que los "celestes", en esa jornada, al quedarse con el título escribieron una de las páginas más gloriosas del fútbol mundial.
A la final de 1998, en el Stade de France de París, entre Francia y Brasil, acudieron 75.000 personas.
Entre los personajes más prominentes que siguieron atentamente las alternativas del encuentro en el Estadio Internacional de Yokohama, figuran los emperadores de Japón, Akihito y su esposa Michiko.
También estuvieron presentes el presidente de Corea del Sur, Kim Dae Jung, cuyo país ha sido coorganizador de este mundial al igual que el canciller y el presidente de Alemania, Gerhard Schroeder y Johannes Rau, respectivamente, por solo citar algunos.
Entre las celebridades futbolísticas que no se perdieron esta final estuvieron Michael Platini, Pelé y Maradona, entre otros muchos más. (DPA y Especial)
La totalidad de las 72.370 entradas para la final del decimoséptimo Mundial, que Brasil y Alemania jugaron en el Estadio Internacional de la ciudad japonesa de Yokohama, fueron vendidas, según informaron las máximas autoridades la FIFA y del comité organizador.
El portavoz de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, Keith Cooper, explicó que la ocupación del estadio es la undécima mayor en la historia de las finales de mundiales.
Según Cooper, 65.900 fanáticos tuvieron que pagar -algunos llegaron a abonar U$S1.000 en el mercado negro- para conseguir una entrada.
La mayor asistencia de público a una final fue en el estadio Maracaná de Río de Janeiro en 1950, cuando 174.000 personas acudieron al recinto para ver en vivo el enfrentamiento entre Uruguay y Brasil que causó conmoción, ya que los "celestes", en esa jornada, al quedarse con el título escribieron una de las páginas más gloriosas del fútbol mundial.
A la final de 1998, en el Stade de France de París, entre Francia y Brasil, acudieron 75.000 personas.
Entre los personajes más prominentes que siguieron atentamente las alternativas del encuentro en el Estadio Internacional de Yokohama, figuran los emperadores de Japón, Akihito y su esposa Michiko.
También estuvieron presentes el presidente de Corea del Sur, Kim Dae Jung, cuyo país ha sido coorganizador de este mundial al igual que el canciller y el presidente de Alemania, Gerhard Schroeder y Johannes Rau, respectivamente, por solo citar algunos.
Entre las celebridades futbolísticas que no se perdieron esta final estuvieron Michael Platini, Pelé y Maradona, entre otros muchos más. (DPA y Especial)
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