La clausura de una fiesta terminó en una violenta pelea

La clausura de una fiesta terminó en una violenta pelea

Jóvenes se enfrentaron con La Policía y con los inspectores del IPLA que hacían el control. Aseguraron que no se trataba de una reunión clandestina. Secuestraron equipos de música y bebidas. Medidas drásticas.

SECUESTROS. El IPLA se incautó de toda la bebida que había en la fiesta. LA GACETA / ANTONIO FERRONI SECUESTROS. El IPLA se incautó de toda la bebida que había en la fiesta. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
24 Septiembre 2007
El endurecimiento de las sanciones para las fiestas clandestinas genera malestar y enfrentamientos durante los operativos que realiza el Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA). Ayer a la madrugada fueron clausuradas tres casas donde se estaban realizando bailes.
Alejandra Risso Patrón, interventora del IPLA, comentó que hace dos semanas se reformó la ley que establece el cierre de los boliches a las 4. "Específicamente, se endurecieron las sanciones. Antes sólo hacíamos clausuras. Ahora también se aplican multas de $ 1.000, $ 2.000 y $ 5.000 (primera, segunda y tercera vez)", comentó.
Asimismo, según Risso Patrón, se vieron obligados a endurecer las disposiciones sobre los domicilios particulares que se usan para hacer fiestas sin ningún tipo de permiso. "Además de la clausura y la multa, se deben secuestrar los equipos de música, las bebidas, las luces y todos los elementos que se usen con fines comerciales", remarcó.
Con esta norma se pretende eliminar definitivamente las fiestas after hour, que surgieron cuando se decretó la limitación a la movida nocturna, en mayo de 2006. "Actualmente, estas reuniones se realizan en casas abandonadas o en construcción, sin permisos. Se venden entradas y bebidas. Los asistentes bailan hasta después de las 4", dijo.
En setiembre aumenta la cantidad de fiestas en toda la provincia a causa de las celebraciones por la llegada de la primavera. También se incrementan las reuniones clandestinas. El fin de semana pasado, el IPLA clausuró cuatro fiestas y ayer, otras tres.
El mayor inconveniente se produjo en Mendoza al 2.100, en una vivienda de dos pisos. "Allí estaban se vendiendo entradas y bebidas. Cuando llegamos, junto a la Policía, encerraron a la gente. Había unas 300 personas. Se produjo un forcejeo y se rompió la puerta. Así pudimos entrar. Secuestramos bebidas y los equipos de música", detalló Risso Patrón. Agregó que los inspectores y la camioneta del IPLA fueron agredidos a pedradas por quienes estaban en la fiesta.
Gastón Correa, el dueño de la casa, aclaró que no realizaban una fiesta clandestina sino que celebraban el cumpleaños de su primo Diego. "A las 5.15 nos cortaron la luz y golpearon la puerta. Era la policía que quería entrar. No los dejamos y de repente tiraron la puerta abajo y comenzaron a pegar. Secuestraron los equipos y la bebida; fue un abuso de autoridad. Desde que salió la ley de las 4, no podés divertirte ni hacer una fiesta en la casa porque te persiguen", relató.
Otras fiestas que fueron clausuradas en Tafí Viejo y en avenida Colón al 1.000. En esta última también se produjeron peleas y el propietario de la vivienda fue aprehendido. Risso Patrón destacó que los operativos se hacen con la intervención de un escribano, y que todos los elementos secuestrados pueden ser recuperados por sus dueños después de abonar la multa correspondiente.

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