El canje avanza un paso y retrocede otro

El canje avanza un paso y retrocede otro

Cuando la justicia de EEUU y de Italia dieron vía libre a la oferta, aparecieron nuevas trabas. Lavagna ratificó que el próximo 29 se lanza la operación en el país.

21 Noviembre 2004
Cuando el Gobierno aún festejaba la decisión del "duro" juez de Nueva York, Thomas Griesa, quien el martes rechazó el pedido de un fondo buitre para que trabe el canje de la deuda argentina en default, un baldazo de agua fría cayó sobre el Palacio de Hacienda el viernes: los funcionarios del Ministerio de Economía tuvieron que salir a admitir que la operación se demorará en el mercado internacional porque, por un lado, ninguna de las comisiones de valores de los países donde debe efectuarse el canje avaló aún el prospecto de la oferta; y por otro, porque el Bank of New York, el agente que debía realizar la operación en EEUU, también planteó demoras.
Así las cosas, la salida del default parece encontrarse en un subibaja que, de pronto, eleva las expectativas en la renegociación de la deuda, pero que con el mismo impulso las hace descender.
La decisión de Griesa del martes fue desoír el reclamo del fondo HW Urban y del inversor Pico Estrada. Ambos habían presentado medidas cautelares solicitando que el canje sea frenado, porque era contrario a los intereses de los inversores. Griesa negó el pedido, porque entendió que los acreedores tenían la libertad de aceptar o no el canje, una vez que la Argentina lance el proceso. La semana pasada, otro juzgado de Italia también rechazó un pedido similar de bonistas de ese país. Como juzgados de distintos puntos del mundo -o al menos de los dos países con mayor cantidad de bonistas- avalaron la reestructuración, el Gobierno confiaba en que los plazos podían cumplirse y que el 29 de noviembre se abriría el canje, ya sin complicaciones.

La sorpresa
"Es muy sugestivo que estas tres cosas hayan pasado simultáneamente; es evidente que deben haber actuado algunos operadores", afirmó ayer el ministro de Economía, Roberto Lavagna. Con esas palabras se refirió a la actitud que tomó el Bank of New York y a la demora de las comisiones de valores de EEUU (la SEC, por sus siglas en inglés) y de Italia (Consob, en italiano) para avalar el prospecto de la oferta.
Sin embargo, Lavagna ratificó que el canje se lanzará en la Argentina el 29 próximo, como estaba previsto, y que se hará lo propio en aquellos países en que salga la aprobación de la comisión de valores pertinente. Luxemburgo, Alemania y Japón son los otros países en los que la Argentina presentó la oferta y en los que también resta la aprobación de los organismos de control de valores.
Pero luego de aceptar el nuevo contratiempo, Lavagna redobló ayer la apuesta, y lanzó una suerte de advertencia a los bonistas."Ya hemos dado mucho tiempo y el canje se inicia el 29 de noviembre. En el prospecto está claro que quien no entre quizás permanezca en default de manera indefinida, y los bonos que no ingresen pueden perder liquidez", afirmó. El ministro ratificó también que la oferta seguirá adelante en los términos del prospecto y buscó seducir a los acreedores: explicó que el bono Par, que no tiene quita de capital y que representa la mayor atracción para los acreedores, seguirá bajo el cronograma previsto. Esto significa que se mantendrá la preferencia para acceder a este título para quienes entren al canje en la primera semana de haber sido lanzado. Esto obligaría a que los bonistas del exterior que quieran optar por este título tengan que hacerlo desde la Argentina, donde la operatoria ya estará abierta.

Otras miradas
Ante este nuevo escenario, los especialistas consultados por LA GACETA hicieron algunas salvedades. Tres abogados especializados en Derecho Económico Internacional advirtieron que, si bien el fallo de Griesa representó un alivio, los bonistas podrían aún encarar nuevas demandas para intentar frenar el canje. El ex funcionario del FMI, Claudio Loser, dijo, por su parte, que las demoras que se están presentando no son fatales.
Por lo pronto, todavía no se define si el subibaja de la renegociación de la deuda terminará arriba o abajo.

PUNTO DE VISTA

Una de cal y una de arena
José Ignacio García Hamilton (h) - Rodrigo Olivares Caminal - Octavio Zenarruza - Abogados especializados en Derecho Internacional Económico
El pasado martes 17, el juez neoyorquino Thomas Griesa decidió que no se trabará el inicio del canje de deuda que presentará el Gobierno en su intento por salir del default. Esta traba fue solicitada judicialmente por dos acreedores ya conocidos por el Gobierno argentino: HW Urban y Tomás Pico Estrada. El primero de ellos, a través de su abogado Ralph Stone, había obtenido a principios de este año agrupar a los bonistas de Globales 2009 y 2017 en una Acción de Clase. Por su parte, el abogado de Pico Estrada, Guillermo Gleizer, no pudo hacer prosperar su pedido de Acción de Clase. El abogado sostiene la reunión de cientos de bonistas no interesados en aceptar los términos de la oferta de canje realizada por Lavagna.

Buenas noticias
En la audiencia citada se encontraban ambos abogados más los representantes del Estado argentino. El juez consideró que no era necesario frenar el canje en forma cautelar, y admitió que, de hacerlo, no se generaría ningún beneficio para los bonistas. También manifestó que ningún acreedor pudo encontrar activos de la Argentina para poder incautar y ser utilizados en los juicios iniciados para el cobro de los bonos en default.
La noticia fue recogida con gran beneplácito por el Gobierno argentino. A fines de la semana, el Ministerio de Economía recibió otra buena noticia: el visto bueno informal de la Security Exchange Commission (SEC) para la oferta de salida de default, aunque faltaría una serie de detalles sobre la implementación del canje que permitirá lograr el aval formal para lanzar la operación en los Estados Unidos.
Sin embargo, los acreedores de la República Argentina obtuvieron sus buenas nuevas en la audiencia.
El juez Griesa impuso al Gobierno acordar con el estudio de Ralph Stone ciertos términos y condiciones del prospecto del canje. Este acuerdo debería alcanzarse antes de la fecha de lanzamiento oficial del canje -prevista para el próximo 29- para evitar demoras. Esta información deberá luego ser aprobada por el juez.
Asimismo, los acreedores obtuvieron en la audiencia el compromiso de la representante del Estado a no incluir en la propuesta "enmiendas a las cláusulas de salida" (exit consent amendments). Esta cláusula habilita la modificación de ciertos términos y condiciones de los bonos en default. Las modificaciones dan un status de privilegio a los nuevos bonos a ser emitidos, y torna ilíquidos los viejos bonos, desalentando así a los holdouts. Dicha cláusula es muy utilizada en las reestructuraciones de bonos comerciales, y fue incluida por primera vez en una reestructuración soberana por el Gobierno de Ecuador en su canje de deuda del año 2000.
Si bien este compromiso evitará a Argentina mayores problemas legales con los holdouts, el Gobierno deberá recurrir a novedosas e interesantes herramientas financieras que le permitan obtener el porcentaje de aceptación necesario para considerar que la oferta ha resultado exitosa. El camino, por cierto, no será fácil.

Las demoras no son fatales
Claudio Loser
Ex director del FMI para el Hemisferio Occidental

En cuanto a la aceptación de la propuesta argentina, la visión del mercado es generalmente favorable. Ya los precios de mercado y el valor de la oferta argentina van aproximándose.
Ello significa que, por una parte, el Gobierno argentino ha ido mejorando de a poco la oferta y, por otro, que hay cada vez más confianza en que las dificultades legales en Nueva York y en otros lugares del mundo se irán solucionando. Por supuesto que este es un proceso lento, y que los tribunales italianos, japoneses y de Estados Unidos no van a operar totalmente como quiere la Argentina. Pero, en el mundo real en que vivimos, claramente se está avanzando y podrá llegarse a una solución transada o acordada. Han surgido demoras, pero ellas no son fatales. Después de tres años de default, no hay que asustarse por demoras de una o dos semanas.
Los bonistas seguirán protestando pero, a la larga, van a aceptar sin problema serio la propuesta que formuló la Argentina.

Es hora de tomar la oferta
Rodolfo Carlos Rossi
Economista - Ex presidente del Banco Central

Internacionalmente, el país está bien y eso quedó demostrado en la fuerte suba que tuvieron durante la semana los bonos de la deuda. Es cierto que el sistema financiero local todavía tiene algunas falencias, pero hay que reconocer que el país está mucho mejor y que para el año próximo se crecería, como mínimo, un 6%. Tener esto en cuenta es importante, porque una de las variables que presenta la oferta a los acreedores es el pago de un cupón que tiene relación con el crecimiento del país. Respecto de la decisión de Griesa, el juez ya dio vía libre al canje propuesto por el Gobierno argentino y eso deja a la SEC sin trabas para aprobar el canje.
Teniendo en cuenta todas estas variables, contando el 30% de aceptación que ya hay por el aval de los bonistas locales y el pago de intereses más altos en la oferta, creo que los acreedores no dejarán pasar esta opción. Porque es más atractiva que ir a luchar vía legal para cobrar los títulos. Eso significaría tener que esperar un tiempo más largo aún y gastar más dinero en abogados.

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