El Vaticano da un curso a los aprendices de exorcistas

El Vaticano da un curso a los aprendices de exorcistas

Durante cuatro meses, 120 religiosos aprenderán a combatir al diablo. Un obispo dice que puede llevar años liberar a una persona. Otro dice que hay que saber diferenciar si no se trata de histeria

APRENDIZAJE. Los sacerdotes deben saber distinguir entre posesión o problemas psicológicos. APRENDIZAJE. Los sacerdotes deben saber distinguir entre posesión o problemas psicológicos.
15 Octubre 2005
ROMA.- Era el primer día de clases en la escuela, por lo que algunos estudiantes estaban nerviosos. Claro que no estaban iniciando cualquier curso, sino uno dictado por la Universidad del Vaticano para capacitar a los aspirantes a demonólogos y exorcistas .
El curso de cuatro meses, denominado "Exorcismo y la oración de la liberación", es ofrecido por segunda vez por la Pontificia Universidad Apostólica Regina en las afueras de Roma. Unos 120 estudiantes de diversos lugares del mundo (en su mayoría, curas que quieren aprender a vencer al diablo por si alguna vez deben enfrentarlo) asisten a conferencias sobre los aspectos pastorales, espirituales, teológicos, litúrgicos, médicos, legales y criminológicos del satanismo.

Ardua tarea
El primer conferenciante fue el obispo exorcista Andrea Gemma. Con una silueta de prelado bien alimentado y con facundia napolitana, monseñor Gemma, de 74 años, describe el perfil del buen exorcista: "llevar una vida santa, apenas comer y ser devoto de la Virgen".
El obispo deplora que el episcopado de su país no se implique más en el tema, aunque se alegra del reciente apoyo público del papa Benedicto XVI hacia su tarea. Según este especialista, cuando alguien está realmente poseído por el diablo liberarlo puede llevar meses, o incluso años.
Cuando se le pregunta sobre su método para discernir los verdaderos casos de posesión, el obispo revela: "si hablo latín, el demonio me responde en latín. Le tiene horror a esta lengua".
Otro de los expositores fue el padre Gabriele Nanni, quien aclaró que hay cuatro señales que permiten estar seguro de que se trata de una posesión demoníaca en lugar de un problema psicológico.
"Cuando alguien habla o entiende idiomas que normalmente no comprende; cuando su fuerza física no es proporcional a su tamaño corporal o a su edad; cuando de pronto tiene conocimiento sobre prácticas ocultas; cuando tiene aversión física a cosas sagradas, como a quien dirige una comunión o a predicadores".
Un cura, que solicitó no ser identificado, dijo que decidió asistir al curso después de una "muy inquietante experiencia" mientras escuchaba la confesión de una joven integrante de su parroquia. "Su voz cambió, su rostro se transformó y comenzó a hablar en un idioma que no conocía", afirmó el religioso.En 1999, el Vaticano actualizó su ritual exorcista. Comienza con rezos, una bendición y rocío con agua bendita; luego se toma al poseído de las manos y se hace la señal de la Cruz. Se dice "Te ordeno a ti, Satán", y se denuncia a Satán como "el príncipe de este mundo y enemigo de la salvación humana". El ritual finaliza con la orden: "Vete, Satán". (Reuter-AFP-NA)

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