Calliera: "me arrepiento de llevar más risas a la televisión que a mi propia casa"

Calliera: "me arrepiento de llevar más risas a la televisión que a mi propia casa"

LA GACETA / HECTOR PALACIOS LA GACETA / HECTOR PALACIOS
27 Octubre 2007
Reportajes por e-mail. Emblema del humor local, el cómico desnuda su chispa desenfadada. Capaz de hacer reír con la cruda realidad, admite que responder estas preguntas fue la lucha más dura de su vida. "En el sexo soy un conversador liberal". Por Silvina Cena - Redacción LA GACETA On Line.

Está convencido de que, con sus 57 problemas por kilómetro cuadrado, Tucumán es -más que el Jardín de la República- un paraíso para los humoristas, y que el extraño reino de Tuculandia, y los crípticos personajes que encierra, le han dado más guiones que Manhattan a Woody Allen. Donato Alberto Calliera -65 años, humorista, casado "desde siempre"- asegura que, de nacer otra vez, lo haría en esta misma provincia y con la misma profesión, pese a que admite que el colesterol no le permite recordar ninguna cuenta pendiente.

Comprensible es la afirmación de este "marxista" (así se define él, en vistas de que admira a los cómicos hermanos Marx) si se tiene en cuenta que -cuál Roberto Carlos- en estos pagos él ha conquistado un millón de amistades. Durante 20 años, su saludo de cabecera ha sido un franco "vea amigo", aunque los destinatarios de su afecto en su mayoría sean anónimos que no le confiaron un secreto, ni saben dónde llamarlo y se encuentren del otro lado de la pantalla del televisor o de las páginas del diario.

Padre de cuatro hijos ("dos casados y dos todavía inteligentes", clasifica), la paternidad que tal vez más se le reconozca a este dibujante de risa contagiosa y tucumano básico, sea la de las chismosas Palmira, Cuca y Ruperta, que le dan a la lengua en la vereda junto a la puerta. O del pájaro "Comué". O del pastor Joao Colgao do Palmeira. O de los gauchos Adefesio y su hijo Nosocomio, llamado así porque nació en un hospital. O de la lechuza "Dora, la pensadora". Y es que, consciente de que la risa es un artículo de primera necesidad, él ha sabido poner en la boca de esos personajes -entre muchísimos otros- su mirada personal de la realidad, tan jocosa como crítica.

Su chispa irónica y desenfadada (después de todo, él afirma que sólo le teme al temor) se despertó en 1981, en "La Tarde", el vespertino que pertenecía a LA GACETA. Desde aquellas viñetas, más graciosas que bien garabateadas ("soy más humorista que dibujante", se defendería después), Calliera ya reivindicaba lo que sería su imperativo a la hora de pensar los chistes: disparar, junto con la sonrisa, una reflexión sobre la actualidad.

Cinco años después, el hombre dio la cara: como hoy, sus micros televisivos eran los más esperados por miles de seguidores que ansiaban enterarse de la realidad "a lo Calliera". Desde entonces, la lluvia de premios y colaboraciones con medios locales, nacionales y del mundo ha sido más persistente que la caída de hollín en la provincia.

Hoy, el humorista se desnuda. No espere topless ni bailes del caño. Sin ánimos de herir susceptibilidades, el destape de Calliera es más gracioso que sensual. Quien alguna vez dijo que siempre tiene el humor en la punta de la lengua, ahora lo ostenta en la yema de los dedos. Sentado frente a su computadora, el dibujante se propuso responder cada pregunta de este cuestionario desde el humor. Fíjese si lo logra:

1 - Si estuviera frente a una cámara de televisión, ante millones de personas ¿cómo se presentaría?
- Diciendo "vea amigo" y luego contaría algunos chistes referidos a la actualidad.

2 - En política, se considera de derecha, de centro, de izquierda o apolítico.
- Como la mayoría de los argentinos, les diría que soy: conservador en casa y liberal fuera de ella. Nacionalista con los bienes propios y socialista con los ajenos.

3 - A la hora de tomar decisiones importantes ¿prefiere usar el corazón o la cabeza?
- En este aspecto me calificaría de indeciso, porque cuando decidí algo con el corazón terminé agarrándome la cabeza, y cuando lo decidí con la cabeza terminé con cuatro by pass.

4 - Frente a la TV elige películas/series, documentales, noticias, deportes, realitys o simplemente hacer zapping.
- Para mí el televisor es como un caníbal dispuesto a devorarme al primer descuido. Por eso lo miro poco, de lejos y con desconfianza.

5 - Elija un motivo especial para brindar.
- Mi familia.

6 - Si volviera a nacer ¿qué le gustaría ser y dónde?
- Humorista en Tucumán.

7 - ¿De qué se arrepiente?
- De haber llevado más sonrisas a la televisión que a mi propia casa.

8 - ¿Cuál es la lucha más dura que ha sostenido en su vida?
- Responder este cuestionario con ingenio y originalidad.

9 - ¿Cuál es el prejuicio más difícil de modificar? ¿Lo padece usted?
- El religioso. Yo no lo tengo porque, gracias a Dios, soy occidental y cristiano.

10 - ¿Cómo combate el aburrimiento?
- No lo combato, lo fomento. El aburrimiento es mi musa inspiradora.

11 - Diga su mayor virtud y su peor defecto.
- Mis peores virtudes son mis mayores defectos (así suelen responder los filósofos cuando no desean responder fingiendo una profundidad inexistente).

12 - ¿Hay alguna enseñanza que valore de sus padres?
- Que no se debe mentir... excepto en los reportajes.

13 - ¿Hay algo de la sociedad actual que le genere mucha bronca?
- Sí, el presente.

14 - ¿Hay algo de la sociedad actual que lo haga muy feliz?
- Sí, el futuro.

15 - ¿Tiene alguna cuenta pendiente?
- No, gracias al colesterol no recuerdo ninguna.

16 - ¿Cuál fue el último libro que leyó o que lee actualmente?
- "A paso de cangrejo", de Umberto Eco.

17 - En el amor y en el sexo ¿se define como conservador o liberal?
- A esta edad no me considero ni liberal ni conservador, sino un conversador liberal.

18 - ¿Cuál es su música preferida?
- El jazz.

19 - ¿A qué le teme?
- Al temor.

20 - ¿Qué le gustaría que diga su epitafio?
- Hágame caso. No le crea a esos que dicen que la risa es salud: mire cómo terminé yo. LA GACETA ©

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