España intenta darle brillo a su fiesta nacional

España intenta darle brillo a su fiesta nacional

Jóvenes consultados por LA GACETA en Madrid coinciden en que la fecha no adquiere un significado especial para muchos españoles. Dudas sobre el día en que Colón descubrió América. Visión de un tucumano sobre la conquista. Los inmigrantes. Significados.

EL FLANCO POLITICO. Los conservadores llamaron a exaltar la bandera nacional, pero para confrontar con los independentistas catalanes y vascos. REUTERS EL FLANCO POLITICO. Los conservadores llamaron a exaltar la bandera nacional, pero para confrontar con los independentistas catalanes y vascos. REUTERS
12 Octubre 2007
MADRID.- Muy pocos españoles sienten algo especial por el 12 de Octubre, fecha que en la Península se celebra como Día de la Hispanidad, no como Día de la Raza. En ese punto están de acuerdo Mónica Aller, Jesús María Palomar, Alejandro Fernández Ibáñez y Simón Pedano De Piero, cuatro jóvenes de entre 21 y 22 años. Con excepción del último, que nació en Tucumán y en 1993 viajó junto con sus padres, todos son españoles, si bien de distintas partes: Jesús María proviene de Guadarrama y Alejandro, de Ponferrada. Mónica, por su parte, es madrileña.
Convocado por LA GACETA, el grupo destinó una velada a discutir ideas sobre el significado de esta fecha. “Además del Descubrimiento de América, es el Día de la Virgen del Pilar, patrona de la ciudad de Zaragoza. También hay un desfile de las Fuerzas Armadas, aunque creo que esto es una tradición del siglo XX”, explica Alejandro. Simón añade: “pese a que en la historia quedó el 12 de Octubre como el día en que Cristóbal Colón llegó a América, luego se supo que esto es falso, que podría haber sucedido a partir del 13. Pero el 12 le quedaba bien a Colón porque coincide con el Día de la Virgen y, de ese modo, podía rodear el cuento de la llegada a América con circunstancias que le daban más grandeza...”. Mónica interrumpe y exclama: “sinceramente no creo que mucha gente participe de las actividades oficiales”. Alejandro asiente, y agrega: “me atrevería a decir que los españoles lo toman más como un día puente, un fin de semana largo”.

Con la espada
En coincidencia con estas apreciaciones, Simón asegura que la fecha no tiene, actualmente, ningún valor histórico. Y añade: “de hecho, cada vez hay más gente que duda sobre si el descubrimiento de América fue algo positivo, por los hechos que sucedieron a partir de entonces. Fue una conquista por la fuerza; muchos españoles creen que sus antepasados fueron allí a tomar bienes y a esclavizar a personas. Antes pensaban que pudieron extender la civilización y realizar buenos aportes a los americanos, pero ya no es así”.

La mirada presente
Jesús María advierte que la opinión de Simón podría constituir el punto de vista de los nativos americanos del tiempo de la conquista y la colonización. Especifica: “hoy, en cambio, los sudamericanos sienten que el Descubrimiento les dio más beneficios que inconvenientes, pese a las salvajadas que se hicieron en su momento. El idioma es una gran ventaja, lo que permite que uno se pueda mover por un continente por el solo hecho de saber español y de compartir aspectos de la cultura”. Mónica disiente: “pero, a lo mejor, los americanos, con sus idiomas originarios, estaban perfectamente”. Alejandro, de acuerdo con la única mujer del grupo, reflexiona: “nosotros desmantelamos tres imperios allí, es como derribar toda una cultura para imponer la nuestra”.
Entre estos jóvenes prevalece la sensación de que, si bien no es correcto juzgar la historia con los ojos del presente, el 12 de octubre de 1492 -o lo que esa fecha simboliza- no ocurrió nada positivo para los habitantes nativos del continente americano. “De todas maneras, el hecho de que aquí le llamen Día de la Hispanidad transmite la idea de que hoy aquello puede ser mirado desde la perspectiva del intercambio cultural”, opina Simón.

Coincidencias
Jesús María está seguro de que un español tiene mucho más en común con un sudamericano que con un gabacho (francés) “aunque sólo sea por la base del idioma, la cultura y la religión. Lo mismo se puede decir de un español con un alemán, con quien hay muchas diferencias”. Esta proximidad entre España y las naciones de las ex colonias de ultramar se traduce en un fenómeno actual insoslayable: la inmigración. Según Alejandro, la presencia de los sudamericanos incomoda, en general, a los españoles. Jesús María considera que esto depende del país de procedencia del inmigrante: “son argentinos casi todos los amigos que tengo en mi pueblo, que aparecieron hace seis años, cuando las cosas se pusieron mal a causa del ‘corralito’. Fueron llegando de a poco y ahora hay una colonia enorme, quizá de 50 familias. Antes de que ellos aparecieron, yo me relacionaba con españoles brutos; con los argentinos me sentí muy a gusto. Eso sí, son las personas más racistas que vi en mi vida”. El comentario es recibido enseguida por Simón, que lamenta que la Argentina tienda a sentirse superior a los demás pueblos.

La corrupción
La atracción -sobre todo económica- que los latinoamericanos sienten por España, puesta en evidencia a través de la inmigración, no ha generado sin embargo una estructura iberoamericana vigorosa. Jesús María entiende que la política en América Latina no permite estrechar más los lazos. “La democracia no luce muy fuerte allá”, define. Alejandro agrega: “como en Europa del Este, en América es la corrupción el mal que todo lo destruye”. Un programa político entre España y América Latina -apunta- no es atractivo ni se vende bien. Simón, de acuerdo con esa posición, conjetura que los políticos buscan votos: “y, aunque Latinoamérica les interesara mucho, jamás lo dirían públicamente”.
Por otra parte, los jóvenes advierten que, a diferencia de lo que ocurre en el seno de la Unión Europea, los estudiantes universitarios no disponen de programas de intercambio en el espacio iberoamericano. “Lo que hay es muy débil. Si lo que se quiere es fomentar el entendimiento, esto tiene que partir de la educación”, concuerdan.

Sólo noticias trágicas
También coinciden en que es mínimo el conocimiento sobre Latinoamerica que se imparte en las aulas españolas. Esta situación en el ámbito educativo se reproduce en los contenidos que difunden los medios de comunicación. “Aquí tiene que suceder algo grave, enorme, para que aparezcan noticias sobre Sudamérica”, opina Jesús María. No obstante, según Alejandro, está aumentando la presencia informativa de América debido a que hay más público que la demanda. “Lo que ocurre allá le interesa al inmigrante, no al español”, especifica. Según Simón, este es un comienzo de algo mejor: “los españoles que escuchen esta información podrán, de a poco, involucrarse. Si no saben nada, serán imposibles la tolerancia y la comprensión”.
¿Qué imágenes les vienen a la cabeza cuando piensan en América Latina? La pregunta crea un pequeño hueco de silencio. Mónica contesta: “la gente que está aquí”. Alejandro lo confirma: “claro, nos remite a las personas, a la convivencia en el día a día”. Y a los cambios que estas introdujeron. “El contacto con mis amigos argentinos me cambió el lenguaje sin que me diera cuenta”, comenta Jesús María. El castellano de los latinoamericanos es un gran hallazgo para los españoles. “Suena más culto y más antiguo; es muy bonito”, dicen.
La fiesta se desarrollará hoy en medio de una pulseada entre gobierno y oposición para probar quién es más nacionalista, en momentos en que resurgen las voces independentistas de vascos y catalanes. (Irene Benito, especial para LA GACETA)