14 Diciembre 2019
El cultivo del maíz es parte importante de la sostenibilidad del sistema de producción de granos del NOA. Su siembra para la actual campaña es un hecho. El productor es consciente de la necesidad de implementar la rotación de cultivos, por lo que la decisión de sembrar está por encima de lo que pueda pasar en el contexto externo. “En la región no podemos liberarnos del maíz, debido a su rol en la sostenibilidad del sistema: sembrar este cereal resulta hoy una necesidad”, sintetizó el técnico del programa Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres Daniel Gamboa.
Consultado por este suplemento, el especialista analizó el uso de la tecnología de este cultivo, por parte del productor. “Posiblemente no se utilice este año toda la tecnología disponible, debido a una cuestión de costos. Igualmente, el uso de híbridos seguirá siendo unos de los caminos elegidos, ya que hay mucha semilla ya vendida”, dijo.
Consideró que, más allá de las expectativas de algunos sectores, durante esta campaña se sembrará la misma cantidad que el año pasado. “No creo que se llegue a los que se estimaba sembrar, unas 7 millones de hectáreas. Pero seguramente en el país se sembraran unas 6,4 millones de ha, ya que la siembra de maíz de primera es bastante buena y todavía falta la siembra del tardío. El productor todavía está sembrando soja; seguramente cuando termine esa siembra se larga de manera inmediata con el maíz”, indicó.
Recomendaciones
Y a partir de ese panorama, lanzó algunas recomendaciones que el productor debe tener en cuenta. “Es necesario que se realicen barbechos largos y que se llegue a la siembra del maíz con lotes secos. De esa manera se rompen los puentes verdes, lo que evita enfermedades y plagas tempranas, como cinches y cortadoras. Si en ultima instancia llegan obligados en verde, deben hacer un insecticida en barbecho, para que ayude en esta situación”, advirtió.
En el tema de la siembra propiamente dicha, consideró importante recordar que se controle con precisión la distancia y la densidad de siembra. “Es un elemento de muchísimo peso cuando uno mide dónde están las fugas en cada lote. En general un maíz bien sembrado es mejor que uno denso mal sembrado. A raíz de ello hoy se usan cada vez más siembras neumáticas”, explicó.
También subrayó la importancia de que se realice una fertilización racional. “Cuesta un poco tomar esa decisión, porque se debe gastar. Pero se deben hacer los análisis de suelo pertinentes y fertilizar de acuerdo a los resultados obtenidos. No dudo que cada lugar tiene una receta, pero vale la pena gastar en un análisis y hacer las cosas bien”, puntualizó.
A su criterio, lo ideal es cubrir los macronutrientes y, luego, aplicar los micro, de acuerdo a las necesidades. “Fertilizar de base; y aun mejor si se puede fraccionar el resto de las dosis, acercándose lo máximo posible al período de floración”, afirmó.
Control
Recordó que, para este cultivo, el control de malezas resulta fundamental. “De allí la importancia de realizar un buen barbecho y de usar de manera adecuada los preemergentes. Para hacer el control como corresponde se debe conocer la historia del lote y saber cuáles son las malezas problemáticas”, aconsejó. Añadió que, en general, actualmente el maíz presenta problemas con gramíneas -algunas resistentes-, que afectan de manera importante al cultivo.
Finalmente, dedicó un párrafo para llamar la atención sobre las plagas. “Se debe tener mucho cuidado con la presencia de cinches, debido a los graves daños que ocasionan cuando el maíz nació, está en clavo y empieza a llover, y ya no podemos entrar a controlarlo. Pueden aparecer espiroplasmas y micoplasmas, por lo que se debe monitorear y controlar a su vector, dalbulus mai”, alertó.
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