Un actor diseña una experiencia teatral interactiva por whatsapp

Un actor diseña una experiencia teatral interactiva por whatsapp

Guillermo Katz obtuvo una beca del Fondo Nacional de las Artes para desarrollar un proyecto escénico de investigación creativa.

NOVEDOSO. Guillermo Katz se propone usar fragmentos de obras clásicas para interpelar al público. NOVEDOSO. Guillermo Katz se propone usar fragmentos de obras clásicas para interpelar al público. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
16 Septiembre 2019

Las obras teatrales clásicas permanecen vigentes a lo largo de los siglos porque hablan de temas que siguen siendo actuales. Bajo esa premisa, el actor tucumano Guillermo Katz diseñó una propuesta interactiva que fue becada por el Fondo Nacional de las Artes (FNLA). “Micro clásicos o la persistencia del teatro (Oda al público tucumano)” propone desarrollar breves intervenciones teatrales que discutan las relaciones entre la escena y el público de Tucumán contemporáneo. Mediante el procedimiento de “traición” a textos dramáticos clásicos universales la propuesta se pregunta por el rol actual de los espectadores, según explicó el artista.

“La iniciativa está dirigida a indagar sobre el rol de los espectadores de teatro hoy, teniendo en cuenta el contexto actual, tan abundante en tecnología del entretenimiento -afirmó-. Tenemos Netflix, YouTube, whatsapp, y eso ha hecho que inevitablemente las relaciones cambien.

- ¿De qué forma plantea la actividad que propone?

- Yo propongo hacer por lo menos tres pequeñas intervenciones, donde planteo posibles soluciones y preguntas frente a estas nuevas situaciones. En una de estas intervenciones planteo cómo podríamos adaptarnos a esas nuevas tecnologías. Por ejemplo, una manera sería una experiencia teatral a través de whatsapp. Yo he tenido oportunidad de participar en algunas, donde al público le van dando instrucciones para que realice determinadas acciones o para ir interactuando con el artista. Esa sería una manera de llegar a las personas que habitualmente no van al teatro o les interesa algo más interactivo o virtual.

- ¿Las otras variantes cuáles serían?

- Otra respuesta posible sería darle al espectador la potestad de que decida qué quiere ver. He visto una película de Netflix donde la gente elige cómo se va a desarrollar la historia (“Black Mirror: Bandersnatch”) o la saga literaria “Elige tu propia aventura”. También en los espectáculos de improvisación en stand up se le propone al público que elija un tema. Llevar eso al teatro y que el público elija qué tipo de obra quiere ver, que sea en la calle, en una sala, que sea hablada de manera teatral, exagerada, o como en el cine. La tercera forma que se me ocurre es resistir y seguir ofreciendo espectáculos teatrales donde es el artista el que decide, pero dentro de eso tendría que suceder algo vinculado con esta necesidad de conectarme con la gente.

- ¿Ya seleccionó los textos?

- Quizás trabaje con algunos de Shakespeare, otro de Chéjov, siempre tomando un fragmento donde esté mucho de la esencia de esa obra. Me guío de una teoría que dice que los clásicos hablan de problemas de la humanidad que todavía siguen vigentes en la sociedad actual, pero para seguir sosteniendo esta esencia hay que “traicionar” al clásico. Ya no se lo sigue haciendo con la misma estética, usando el espacio y la actuación de la misma manera que hace cientos de años, sino que se tiene que adaptar a cuestiones contemporáneas para que siga vivo. Si se representa tal como en la antigüedad, estaríamos haciendo un teatro arqueológico y no es esa la idea, sino seguir preguntándonos por qué ese texto y esos personajes siguen hablando del hoy. Quisiera elegir textos que hablen sobre la necesidad de la actuación, sobre la imposibilidad de conectarse, sobre la potestad de decisión de alguien, encontrar asociaciones metafóricas que me permitan hablar de la situación del espectador y del teatro hoy.

- ¿En qué obras clásicas se presentarían esos temas?

- En “Hamlet”, por ejemplo, hay un montón de reflexiones sobre lo que es el teatro, y dentro de la obra se hace una representación, se habla de los efectos que puede tener una obra sobre el espectador. En Macbeth no se habla del espectador, pero sí de una necesidad de esos personajes de conseguir algo, de manera muy ambiciosa. Y en La Gaviota, de Chéjov, donde el personaje principal es un dramaturgo frustrado, hay mucho diálogo sobre el lugar del actor en el mundo. La beca me da hasta nueve meses para trabajar, releer, buscar otros textos, y a partir de eso decidiré qué escenas voy a usar.

Actividades

Katz es docente en la carrera de Teatro de la Facultad de Artes, enseña lenguaje corporal en un terciario y trabaja para la fundación Crear Vale la Pena, de Buenos Aires, con proyectos sobre el uso del arte para la transformación social, en escuelas de todo el país. Son actividades creativas para el aprendizaje de diferentes materias.

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