La URT cuenta los días

En los últimos tiempos, se ha incorporado al léxico frecuente del rugby argentino una palabra que antes sonaba extraña: “franquicia”. Eso son, ni más ni menos, los Jaguares, el equipo argentino del Súper Rugby. Sin embargo, lo que ha multiplicado el uso del término es la Liga sudamericana de equipos profesionales que desde hace un par de años viene proyectándose para favorecer el desarrollo del rugby en una región que tiene a Argentina como única potencia, muy lejos del resto.

El torneo está previsto para comenzar a disputarse dentro de un año, y aunque su estructura aún no fue revelada oficialmente, se da por hecho que Argentina competirá con dos franquicias, al igual que Brasil y Uruguay. La UAR será dueña del 51% de ambas y licitará el 49% restante; lo que falta definir es cuáles serán los requisitos de dicha licitación.

Como ya se informó anteriormente, por ahora son tres las Uniones del país que han hecho públicas sus intenciones de licitar: Tucumán, Córdoba y Rosario. La declaración obligó a la UAR a pronunciarse de manera oficial sobre lo que hasta entonces se venía hablando por lo bajo. A través de un comunicado publicado días atrás, reconoció estar trabajando en un plan de acción sobre el tema de las franquicias y anticipó que habrá novedades a partir de la reunión que tendrá el Consejo Directivo de la entidad el próximo sábado, en Neuquén.

Santiago Taboada, vicepresidente de la Unión de Rugby de Tucumán, asegura que dicha reunión será crucial para saber qué posibilidades tiene la provincia de ser sede de una de las dos franquicias argentinas. “Ninguna Unión del país tiene contemplada la palabra ‘franquicia’ en sus estatutos, así que todos los lineamientos los va a decidir la UAR”, explica el directivo, que en las últimas semanas participó de reuniones con pares de otras Uniones.

En efecto, la UAR se arroga en el artículo 3 de su estatuto la facultad de ser la única que puede tener un equipo rentado, quitándole esa posibilidad a las Uniones que la conforman. “El juego de rugby constituirá una actividad amateur practicada exclusivamente por aficionados, quedando expresamente establecido que sólo la Unión Argentina de Rugby podrá contar con equipos seleccionados rentados, excluyéndose de tal posibilidad a los equipos de las Uniones afiliadas o invitadas, como a los de los clubes que las integran”, reza la norma.

“La UAR tiene previsto tratar el tema en la Asamblea general ordinaria que habrá en marzo, pero a título personal creo que hasta se podría convocar a una eventual asamblea extraordinaria antes de eso, tratándose de un tema que no se da todos los años”, considera Taboada.

Chances

La gran pregunta es: ¿tiene Tucumán posibilidades concretas de ser la casa de una de esas franquicias? La respuesta es que sí, no sólo por ser unas de las Uniones más influyentes, sino también por su posición estratégica dentro del norte del país. Además, Buenos Aires -la Unión más fuerte del país- no ve con agrado el asunto por entender que puede repercutir negativamente en el rugby de clubes. Sin embargo, también influyen otras cuestiones. “La gran contra que tenemos en Tucumán es que a partir de marzo se levantarán los vuelos directos desde Tucumán a Chile y a Brasil, así que veremos si se puede encontrarle una solución a ese tema”, apunta el vice. “Lo que sí somos conscientes de que necesitaremos del apoyo de otra Unión, como puede ser Salta. No pensamos esto sólo como algo para Tucumán”, agregó Taboada.