Placa que debe reponerse

En opinión de quien firma estas líneas, es tan lamentable como difícil de justificar que se haya retirado intempestivamente la placa de bronce más antigua que tiene nuestra ciudad. Nos referimos a la que estaba colocada, desde hace 121 años, en lo alto de la pequeña arcada ciega existente a la izquierda de la fachada de la Catedral.

En el bronce, descubierto durante la Intendencia de don Zenón J. Santillán, se leía: “A Fernando de Mendoza Mate de Luna/ fundador de esta ciudad/ 29 de setiembre de/ 1685/ la Municipalidad de Tucumán/ 29 de setiembre de 1896”. De buen tamaño y grosor, la placa llevaba esculpidos, arriba, el escudo de la Provincia y, flanqueando las leyendas, el blasón de Mate de Luna y el escudo de España. Seis días antes, Santillán había promulgado la ordenanza que bautizaba Mate de Luna a la prolongación de calle 24 de Setiembre.

Es decir, se trataba de un homenaje municipal al titular de la antigua Gobernación de Tucumán, quien dispuso, en 1685, el traslado de nuestra ciudad, desde Ibatín, al lugar que hoy ocupa. Sus 121 años de permanencia en el sitio y lo justificado del homenaje que representaba hacían suponer que seguiría siendo respetada.

Sin embargo, hace poco se decidió cubrir la citada arcada (vacía desde que, en 1856, se habilitó el templo) con un mosaico de estilo bizantino, que representa a San Miguel Arcángel. Con ese motivo, se sacó definitivamente la añeja placa, en lugar de colocarla más arriba, o en otro lugar de la fachada del templo, como sería lógico. No sabemos dónde se encuentra actualmente.

Nos parece que al ser, repetimos, la pieza conmemorativa más antigua de la ciudad, y provenir de la Municipalidad, no puede ser suprimida de la noche a la mañana. Corresponde que se la restituya en la fachada. Además la Catedral, cabe recordarlo, es un monumento histórico nacional, y toda alteración en su frente tendría que estar autorizada.