Escapó un presunto homicida

El enfrentamiento que ocurrió en La Bombilla el sábado, con un saldo de un hombre asesinado y cuatro baleados, subió un escalón en la escala dramática cuando uno de los acusados por el homicidio escapó. Sin embargo, algunas horas después lo recapturaron mientras dormía. Ahora, se encuentra frente a un pedido de detención por parte de la fiscalía III, medida que alcanza al otro presunto homicida y a un hombre que se quiso vengar de ellos.

Javier “El Cabezón” Zelarayán llegó el sábado a la tarde, sin vida, al hospital Avellaneda. Había muerto por los tiros que recibió en la espalda mientras miraba un partido en La Bombilla. De inmediato, la división Homicidios -a cargo de Hugo Cabezas- comenzó a investigar el homicidio y advirtió que el crimen habría sido cometido por un tal “Meco” y un tal “Crillín”, ambos de la zona.

Sin embargo, la escalada violenta siguió. Poco después de las 20, llegó al hospital Avellaneda una joven de 22 años que habría sido atacada a balazos en represalia por el asesinato. Por este caso también se detuvo a un hombre, de quien no se brindaron mayores detalles, y que está a la espera de saber si el Juzgado confirma su detención por la acusación de heridas con armas de fuego. La muchacha se encuentra fuera de peligro.

Una hora más tarde, la misma guardia recibió a un joven de 20 años y a una mujer de 27, que habrían estado parados en la esquina de Juan José Paso y Venezuela. Dos motociclistas abrieron fuego contra ellos; los balazos les pegaron en un brazo y una pierna, respectivamente. Se estima que este ataque se habría dado como respuesta a la balacera que sufrió la joven atacada a las 20.

Los efectivos y los investigadores tenían en claro que, para evitar más ataques o represalias, debían encontrar a “Meco” y a “Crillín”. Al primero no hubo que buscarlo demasiado; antes de la medianoche llegó pidiendo asistencia a la misma guardia que todos los anteriores; había recibido un tiro en el abdomen y tuvo que ser llevado de inmediato al quirófano. Los médicos lograron salvarlo. Al despertar. el hombre de 34 años se encontró con un policía en la puerta de su habitación: estaba aprehendido.

“Crillín” fue un hueso más duro de roer. El sábado a la noche le pegó una trompada a un policía y escapó. Personal del 911, a cargo de Daniel Ruiz y Joaquín Girvau, lo fue a buscar y lo atrapó mientras dormía en la casa de su abuela. En cuando al policía golpeado, quedó aprehendido, pero quedó libre luego de declarar ante la Justicia lo que había ocurrido.