Cartas de lectores
 la gaceta / foto de josé nuno la gaceta / foto de josé nuno
05 Mayo 2017

Alderetes

Quisiera invitar al señor Gobernador de la Provincia a realizar un paseo por la avenida principal de Alderetes después de la vía; es prácticamente imposible circular. La avenida está destruida en su totalidad, y se ha convertido en un verdadero peligro tanto para los conductores como para los peatones. Llama la atención la inacción de las autoridades municipales sobre este problema, que se transformó en un dolor de cabeza y en una vergüenza para los alderetenses. Mención aparte merece el putrefacto olor que se siente al cruzar el puente Ingeniero Barros hacia el este. Repugnante e insalubre son los calificativos adecuados. Me pregunto cuándo se dará solución a este problema que nos afecta desde hace años.

Sergio Aráoz
[email protected]


Homenaje a Evaristo Carmona

Cuando transito por mi ciudad natal, Monteros, y veo a los chicos y jóvenes pasando su tiempo en las plazas, o transitando por calles con nombres que a las nuevas generaciones no les resuenan, pero sí a nosotros, los más viejos, me pregunto si no será hora de hacer justicia con don Evaristo Carmona, fallecido en enero de este año a los 99 años de edad. Para quienes queremos recuperar el Monteros “cultural”, sería justo impulsar que una calle, una plaza, un espacio público, lleve el nombre de Carmona, quien fuera docente, dirigente cañero de gran predicamento en el gremio de UCIT, junto a Gaspar Lasalle, tradicionalista gaucho y fundador a mediados del siglo pasado de la Liga Departamental de Monteros, que supo nuclear en su momento a una docena de clubes campesinos de fútbol, cada uno en su cancha. Nada mejor que una semblanza que le hiciera en LA GACETA otro personaje notable, Octavio Cejas, para justificar mi sugerencia. Escribía el narrador en agosto de 1994: “Evaristo Carmona se jubiló como docente primario de la escuela 202 de la Isla de San José Sur, donde fue alumno, maestro y director. La 202 queda a unos ocho kilómetros hacia el este de Monteros, donde se domicilia quien hoy es un agricultor cañero. Como todo docente de vocación y de alma, a pesar de los años que lleva alejado de su cargo, todavía dice ‘mi escuela’ cuando extrae recuerdos de aquella lejana etapa de su vida”. En esa entrevista, don Evaristo le dice a Cejas, a propósito de uno de sus “hijos”, la Agrupación Tradicionalista Gaucha: “Pretendemos que la juventud sepa y se acostumbre a cuidar un flete. Querermos alejarlos, de esta manera, de tentaciones dañinas que tanto rondan...”. Eso pensaba don Evaristo hace más de 20 años, y ese mensaje se actualiza hoy, ante el difícil mundo que les toca vivir a los más jóvenes.

Carlos Arquez
[email protected]

Publicidad


El puente de los suspiros

A raíz de una nota del lector Ysmael Díaz publicada un tiempo atrás en LA GACETA, referente al histórico Puente de los Suspiros, quiero agregar que en el sentir profundo de los pueblos del Noroeste Argentino, especialmente en la provincia de Santiago del Estero, se escucha hablar de “la Cruz de Carballito”, a quien el comentarista e historiador Bernardo Canal Feijóo le dedicó importantes páginas, en las que se reflejaba la historia de “Carballito”, acostumbrado a pedir limosna en diferentes pueblos santiagueños, en razón de que era de una condición económica y social muy pobre. Como tal, lo habían traslado a la zona conocida como “el puente de los suspiros”, en Marco Avellaneda y Uruguay, en la ciudad de Tucumán. A ese lugar lo habitaban en las primeras décadas del siglo pasado elementos de malvivir, quienes le dieron una cruel muerte. El cuerpo permaneció allí, tendido, por varios días, hasta que lo encontraron lugareños en condiciones deplorables. Después de darle sepultura, le hicieron varias cruces de algarrobo poniendo en sus puntas recipientes para que la gente colocara allí sus ofrendas. También se comentaba que cuando el promesante se olvidaba de ofrendar a “Carballito” lo que le había prometido, él tampoco cumplía con lo que se le había pedido. También, que los que le pedían el cumplimiento de alguna promesa debían usar luto durante determinado tiempo. También quiero recordar que existe en otro lugar en el mundo otro Puente de los Suspiros. Se trata del que está en la zona de la Plaza San Marcos, en Venecia, Italia. Allí, en uno de los extremos, y puente de podr medio, está la Sala della Quarantía Criminal (“Sala del Tribunal de lo criminal”), lugar desde el cual se los conducía a los presos por estrechos pasillos del Puente de los Suspiros a las prisiones. En el camino de regreso se atravesaban los oscuros recintos de la planta baja de la sala de los censores, sumados a los fiscales, notarios y despacho. Allí están los pozos, celdas carcelarias del mismo palacio del Dux. Es así que cuando los presos cruzaban desde las prisiones a los tribunales, suspiraban, como preguntándose, ¿“qué condena me tocará?”. Por lo detallado, entre los dos puentes de los suspiros hay una gran diferencia. En el de la ciudad de Tucumán, construido por el Ferrocarril, pasaban los trenes por debajo, y por arriba vehículos y personas. Esas vías existieron hasta mediados del 1900. En cambio, por el Puente de los Suspiros de Venecia circulan por abajo las góndolas con pasajeros y mercaderías, ya que, como se sabe, las calles, en gran parte, son allí canales por los cuales fluye el agua.

Guillermo Corbalán Costilla
Marcos Paz 31
San Miguel de Tucumán

Publicidad


2 x 1 (I)

Repudio profundamente el fallo de la corte suprema de justicia de la nación (asi, con minúsculas, porque demostraron su insignificante estatura moral y jurídica ). 2 x 1 para nadie. Inimaginable para los genocidas.

Alfredo Francisco Miguel Terraf

[email protected]


2 x 1 (II)

No son buenos viejitos alimentando palomas en una plaza, sino los que quisieron imponer la “Teoría de los dos demonios” y que ahora el Gobierno de Mauricio Macri, en connivencia con los dos miembros que incorporó a la Corte, quiere beneficiar con el #2x1, ley que no los alcanza, por tratarse de crímenes de lesa humanidad. Y aquellos que insisten con la falsa reconciliación nacional, no entienden que la vejez no convierte en buena persona a un criminal y que, 41 años después del Golpe, no conozco un solo caso en que un milico marche por una plaza reclamando por la aparición de su hijo, su hermano o su amigo. Tampoco conozco aunque sea un caso de un genocida reclamando por la aparición de su nieto entregado a padres sustitutos y cómplices de tamaña maldad. No conozco un solo caso en que hayan identificado (41 años después), el cuerpo de un genocida en alguna fosa común, como la del Pozo de Vargas en Tafí Viejo. Por lo tanto, no vuelvan a cometer un nuevo crimen; no tiren el #NuncaMás a una fosa común; no se apropien de nuestra cruel historia reciente, porque por más dura que esta sea, es nuestra. Los hombres y mujeres de la UCR no pueden guardar silencio. Por nuestra historia; por Raúl Alfonsín; por el Nunca Más y por el Juicio a las Juntas.

Javier Ernesto Guardia Bosñak

[email protected]

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios