30 Abril 2017
RECLAMO. La estructura fue saqueada y hasta el cartel de obra fue extraído. LA GACETA/FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Cumplidos 16 meses desde que se paralizó la construcción del Centro Preventivo Local de las Adicciones (Cepla), el reinicio de los trabajos sigue siendo incierto. Ahora, funcionarios provinciales anunciaron un proyecto para completar la obra con fondos propios. No obstante, Madres del Pañuelo Negro y La Hermandad de los Barrios (un colectivo de siete villas contra el narcotráfico), adelantaron que volverán a marchar a la Casa de Gobierno para exigir su finalización.
“El jueves pasado tomamos posesión de la obra. Ya estamos trabajando en un proyecto alternativo que elevaremos al Ministerio de Economía”, explicó Alfredo Quinteros, titular de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU).
La construcción del centro para recuperar adictos había comenzado en julio de 2015, con fondos nacionales, y se detuvo en diciembre de ese año. La obra (presupuestada en $12,5 millones), está a cargo de la firma Bocanegra y Mirkin SRL. Alcanzó un avance de obra del 43%. El Cepla de La Costanera forma parte de los 210 anunciados en 2014 por la ex presidenta Cristina Fernández, como parte del programa Recuperar Inclusión. La Sedronar había informado que del total de centros anunciados, se proyectaron 91 y se inauguraron 11.
La obra, de construcción en seco, lleva meses sometida al saqueo. La estructura parece a punto de derrumbarse y los vecinos habían señalado que los transas de la barriada habrían mandado a grupos de adictos a robar perfiles de hierro, para canjearlos por más dosis de paco.
En la primera semana de marzo, la senadora Silvia Elías de Pérez (Cambiemos) se había reunido con el titular de la Sedronar, Roberto Moro. Tras el encuentro, había adelantado que la idea de la Nación era licitar nuevamente la obra.
La Provincia, en tanto, tiene otra versión. “Intentaremos recuperar parte de la estructura construida. Es poco lo que queda en pie, pero el objetivo es finalizarla con materiales convencionales y por administración”, insistió Quinteros. Detalló que propondrán en el proyecto que se culmine la construcción con bloques de cemento.
Ángel Villagrán, de La Hermandad de los Barrios, se mostró reticente ante el anuncio. Aclaró que mantienen la esperanza de que se inaugure el centro de adictos.
“Bienvenido sea si terminan esta obra, pero no comemos vidrio. Hace años que pedimos esto, no entiendo si los políticos no miden las consecuencias o son estúpidos. La obra comenzó a construirse en 2015, un año después de las promesas de la (entonces) ministra de Desarrollo Social, Beatriz Mirkin. En diciembre (el secretario general de la Gobernación) Pablo Yedlin nos prometió que si la Nación no enviaba la plata la Provincia se haría cargo y se reactivaba en febrero. ¿Por qué se anuncia ahora? ¿Construyen pero cerca de elecciones? La prometieron en 2013 pero no se empezó a construir hasta junio de 2015”, arremetió.
Madres del Pañuelo Negro y La Hermandad de los Barrios encabezaron a mediados de abril una manifestación a Casa de Gobierno para exigir, entre otros puntos, que se finalice el Cepla. Habían llevado ladrillos y los depositaron sobre la entrada principal, formando una pared de 40 centímetros.
“Desde el Gobierno no nos ha llamado nadie, ni siquiera nos recibieron en la última marcha. Encima hay presiones: punteros de legisladores regalaron kits escolares el día de la marcha, para que no vaya tanta gente”, finalizó.
“El jueves pasado tomamos posesión de la obra. Ya estamos trabajando en un proyecto alternativo que elevaremos al Ministerio de Economía”, explicó Alfredo Quinteros, titular de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU).
La construcción del centro para recuperar adictos había comenzado en julio de 2015, con fondos nacionales, y se detuvo en diciembre de ese año. La obra (presupuestada en $12,5 millones), está a cargo de la firma Bocanegra y Mirkin SRL. Alcanzó un avance de obra del 43%. El Cepla de La Costanera forma parte de los 210 anunciados en 2014 por la ex presidenta Cristina Fernández, como parte del programa Recuperar Inclusión. La Sedronar había informado que del total de centros anunciados, se proyectaron 91 y se inauguraron 11.
La obra, de construcción en seco, lleva meses sometida al saqueo. La estructura parece a punto de derrumbarse y los vecinos habían señalado que los transas de la barriada habrían mandado a grupos de adictos a robar perfiles de hierro, para canjearlos por más dosis de paco.
En la primera semana de marzo, la senadora Silvia Elías de Pérez (Cambiemos) se había reunido con el titular de la Sedronar, Roberto Moro. Tras el encuentro, había adelantado que la idea de la Nación era licitar nuevamente la obra.
La Provincia, en tanto, tiene otra versión. “Intentaremos recuperar parte de la estructura construida. Es poco lo que queda en pie, pero el objetivo es finalizarla con materiales convencionales y por administración”, insistió Quinteros. Detalló que propondrán en el proyecto que se culmine la construcción con bloques de cemento.
Ángel Villagrán, de La Hermandad de los Barrios, se mostró reticente ante el anuncio. Aclaró que mantienen la esperanza de que se inaugure el centro de adictos.
“Bienvenido sea si terminan esta obra, pero no comemos vidrio. Hace años que pedimos esto, no entiendo si los políticos no miden las consecuencias o son estúpidos. La obra comenzó a construirse en 2015, un año después de las promesas de la (entonces) ministra de Desarrollo Social, Beatriz Mirkin. En diciembre (el secretario general de la Gobernación) Pablo Yedlin nos prometió que si la Nación no enviaba la plata la Provincia se haría cargo y se reactivaba en febrero. ¿Por qué se anuncia ahora? ¿Construyen pero cerca de elecciones? La prometieron en 2013 pero no se empezó a construir hasta junio de 2015”, arremetió.
Madres del Pañuelo Negro y La Hermandad de los Barrios encabezaron a mediados de abril una manifestación a Casa de Gobierno para exigir, entre otros puntos, que se finalice el Cepla. Habían llevado ladrillos y los depositaron sobre la entrada principal, formando una pared de 40 centímetros.
“Desde el Gobierno no nos ha llamado nadie, ni siquiera nos recibieron en la última marcha. Encima hay presiones: punteros de legisladores regalaron kits escolares el día de la marcha, para que no vaya tanta gente”, finalizó.
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