Cartas de lectores
30 Marzo 2017

El tango y más allá

En “Las mejores anécdotas del tango” Ángel Benedetti narra las penurias de los muchachos del interior al llegar a Buenos Aires en busca de trabajo. Chocaban, indefectiblemente, ante la puerta de una pensión. Haber tenido de compañero de pieza a un sujeto que llegaba a las dos de la mañana y prendía la radio para escuchar “Una voz en el camino” era el colmo de la desgracia para quien debía levantarse temprano. La pensión “La Alegría” existió de verdad. Estaba en la calle Salta 321 del Barrio de Monserrat y era el sitio donde iban a parar los músicos jóvenes que arribaban a la Gran Ciudad. Humberto Cerino se llamaba el propietario. Él y su esposa, la Nieves, atendían la pensión adonde un día cayera desde Rosario el bandoneonista Julio Ahumada, quien años después recordaría que el eterno problema era la comida. Se hacía una colecta para comprar algo que cocinase la Nieves. Con diez centavos por cabeza se traían un paquete grande de lentejas, y esa noche había guiso. Esa y muchas otras noches, la verdad sea dicha. Ahumada recordaba el caldo. Miguel Cané, en su libro “Juvenilia”, describió un caldo indigente que le servían en su época de alumno pupilo; el caldo de “La Alegría”, según Ahumada, era más pobre aún. En medio del patio de la pensión colgaba una fiambrera: dentro de ella, un único y desgastado hueso. A la hora de cenar, la Nieves bajaba el hueso, le daba una zambullida en la olla y luego lo volvía a colocar en la fiambrera. Así, muchas noches. Pero llegó el día en que los pensionistas debieron aceptar que el hueso ya no aportaba ningún gusto al caldo de la Nieves. Como una pérdida irreparable, vieron compungidos cómo la mujer tiraba el hueso al tacho de la basura y no faltó quien, ante la triste despedida, dejase piantar un lagrimón y hasta arrojara algunas flores.

Luis Salvador Gallucci
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El Centro de Salud

A dos meses (24 de enero) de la carta referida a la realidad del Hospital Centro de Salud, quiero describir la situación actual. El tomógrafo que no funcionaba desde hacía muchos meses fue reparado. Sigue sin haber endoscopio (ya hace casi un año) y las endoscopías se derivan al hospital Avellaneda. Sigue (y desde hace cinco años) sin haber un seriógrafo para radiografías del aparato digestivo. Han habilitado un quirófano más (ahora hay cinco) y se autorizan más turnos de cirugía, pero sigue habiendo un quirófano menos que en 1962 (había seis), año de la inauguración del hospital. Hay dos quirófanos más terminados pero vacíos desde hace un año, porque “no hay presupuesto” para equiparlos. La dirección actual recientemente pretendió quitarle otra sala de internación a cirugía (la 10) para transferirla a traumatología. No pudo por la férrea oposición de los cirujanos. Cabe recordar que ya nos quitaron la sala 11 y la 12 “por 3 ó 4 meses” hasta que se hiciera la de Ginecología y Gastroenterología. Esto hace más de 10 años y nunca más la devolvieron. En 1962 había 5 salas de internación de cirugía. Hoy hay tres y quisieron sacarnos una más. El aula “Doctor Luis Méndez Collado” construida con fondos de la Facultad de Medicina, fue llenada de trastos viejos. La limpiaron luego de la queja de los docentes. Uno de los vice-directores (el mismo que dijo que los cirujanos éramos “vagos”), que obtuvo su título de médico gracias a la Facultad de Medicina de la UNT, le comunicó ayer al profesor de Clínica Médica que le retiran “temporariamente” y trasladan la oficina donde funciona la secretaría de la cátedra. Entretanto la ministra sigue sin explicar lo de la ambulancia 0 km, el legislador y ministro de salud en las sombras continúa sin explicar los recibos firmados sin montos, el gobernador sigue sonriendo, y la ciudad y toda la provincia continúan inundándose porque desde hace más de 50 años que no hay dinero para obras de infraestructura. Eso sí, sigue viento en popa (sí hay presupuesto) la gestión para la adquisición de un segundo e innecesario helicóptero “sanitario” por 8 millones de dólares, compra que seguramente beneficiará a alguien.

Jesús María Amenábar
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Plus médico

Mucho se ha escrito, hablado y controlado en los últimos meses con respecto al cobro de aranceles diferenciales por parte de los profesionales médicos. Al respecto considero que existe información incompleta y hasta errónea a la hora de tratar el tema. ¿Por qué no se explica a la población cómo nace el cobro de esta diferencia y por qué al día de la fecha se mantiene? La medicina es costosa y alguien tiene que cubrirla, entonces, si las obras sociales no pueden, ¿tiene que ser el medico quien lo haga? En Tucumán hay profesionales excelentes, algunos consideran que corresponde y merecen cobrar dicho diferencial y otros no; está en el paciente la libertad de elegir con cual atenderse. Ningún paciente es obligado a pagarlo. Tanto el Subsidio y otras obras sociales, si realmente se preocupan por sus afiliados, en vez de gastar recursos en perseguir a los profesionales que atienden a sus pacientes, deberían tratar de actualizar honorarios, reconocer procedimientos de alta complejidad que no reconocen, actualizar su nomenclador de prestaciones, reconocer la laparoscopía (técnica aceptada mundialmente), brindar materiales protésicos a los pacientes y muchas otras cosas más que hoy le impiden a los enfermos acceder a una medicina moderna y de avanzada. Una vez que se logre ésto, recién comencemos a discutir el cobro de un plus por una atención profesional de calidad.

mauricio linzey
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Educación por el arte

La Coordinación de la Modalidad de Educación Artística dependiente del Ministerio de Educación de Tucumán señala, en referencia a la misiva publicada en LA GACETA el 17 de marzo (“Educación por el Arte”), que según notas presentadas por los docentes en 2016 sobre los requerimientos de la institución y atendiendo a las necesidades de espacios y turnos de funcionamiento que allí se detallan, se tramitó el expediente Nº 004090/230-C-16 con Resolución Nº 1092/5 (MEd) 2016. Allí se dispone el traslado de la Escuela de Educación por el Arte, atendiendo a que desde sus orígenes dicha institución no contó con lugar propio, encontrándose expuesta a reiterados traslados. Esa resolución surge a partir de un exhaustivo relevamiento de edificios escolares e infraestructuras edilicias realizadas por los equipos técnicos territoriales de la Coordinación de la Modalidad de Educación Artística. Se propuso emplazar la institución en las instalaciones de la Escuela Isabel La Católica (Italia 4100, Barrio Padilla) zona oeste del gran San Miguel de Tucumán. En este nuevo edificio, la escuela Educación por el Arte contará con espacios propios y adecuados para construir su identidad como institución de Educación Artística y un próspero futuro para los talleres que ofrece. El contexto social al que pertenece la escuela propuesta posee características que demuestran un gran desarrollo social, un futuro pujante y una población considerable de niños, jóvenes y adultos, potenciales estudiantes de la Escuela Educación por el Arte. Además se consideraron para este caso las condiciones de accesibilidad (transporte público de pasajeros y pavimento) y las escuelas primarias y secundarias adyacentes, como futura población educativa. Emplazar una institución de estas características en esta zona de la ciudad es proveer una expansión equitativa de la Educación Artística desde los diferentes contextos, haciendo del arte una herramienta de transformación sociocultural, garantizando así la democratización de su enseñanza como de promoción de los bienes culturales que ello implica. Luego de 60 años de vida, la Escuela Educación por el Arte, única en nuestro medio con estas características, podrá tener un espacio propio. Con esta resolución se pretende sostener la educación pública, gratuita y plural, de calidad e inclusión; y que su nueva ubicación tendrá la virtud de extender los lazos entre la educación pública y las comunidades crecientes, entendiéndose que la formación en Arte no esté concentrada solamente en el micro-centro, donde la oferta formal y no formal es variada y abundante.

María Carolina Romero
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Respuesta a “la grieta”

En carta a la que se tituló “La grieta” (edición del miércoles de LA GACETA), el lector Centurión defiende al kirchnerismo. Señor Centurión...Si el gobierno que usted defiende fue tan impoluto e inmaculado...¿por qué perdieron las elecciones? .Los funcionarios del anterior gobierno que pasean por los tribunales..... ¿no cometieron “actos de violencia” y, además, nos mintieron.? No nos apresuremos a juzgar con apenas 15 meses del actual gobierno......Por favor...esperemos y no pongamos palos en la rueda. La democracia se construye con más democracia. Cuando se cumplan los cuatro años constitucionales tendremos la posibilidad de cambiar nuevamente si las cosas no mejoran, como hacen las democracias avanzadas del mundo....¿No le parece?

Héctor Miguel Avila
[email protected]


El Chueco y el Gringo

Leo el Editorial del diario del 29 de marzo, “La escasa sombra en las peatonales”, que comparto plenamente, excepto en un error y un olvido. La peatonal recientemente remodelada de calle Mendoza, su verdadero nombre es Ramón Isauro Martínez -el famoso"Chueco Martínez- y no Isauro. Omiten ese primer nombre, con el cual fue inscripto en el Registro Civil por su padre (de igual nombre) y reconocido por todos los que lo trataron. El gobernador de la provincia era el"“gringo”"Gelsi, hasta acá uno de los mejores gobernadores del Jardín de la República. La peatonal Muñecas entre 24 de Septiembre y Córdoba fue inaugurada por otro importante intendente, el doctor Rubén Chebaia a quien, como se recordará, le robaron la gobernación tras el contubernio del Colegio Electoral en el 1987. Esa peatonal resultó ser un orgullo para dicho intendente. Al margen de esta aclaración y como un acto recordatorio, en uno de los bancos se podría confeccionar a escala normal las figuras de esta tres personas, tal como sucede en la ciudad de Buenos Aires con el Negro Olmedo y Javier Portales en calle Corrientes y Uruguay. Se prestigiarían estas peatonales, un verdadero reconocimiento a esos tres ex funcionarios y no dejaría de ser una novedad. Por supuesto, habría que dejar un espacio entre ellos para que alguno de los actuales administradores de la cosa pública, se lleve un recuerdo para la posteridad. Una forma de unir al radicalismo con el peronismo. La democracia puede lograr ese acercamiento. La sociedad será la gran beneficiada.

Hugo César Navarro
Avenida Francisco de Aguirre 1582
San Miguel de Tucumán


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