La traición de un falso salvador

La traición de un falso salvador

¿PODRÁ CUMPLIRLO?. “Trump, haz que América sea de nuevo genial”, pedían los seguidores del ahora presidente. ¿PODRÁ CUMPLIRLO?. “Trump, haz que América sea de nuevo genial”, pedían los seguidores del ahora presidente.
28 Febrero 2017

Nicholas Kristof - The New York Times

Nos engañaron. El presidente Donald Trump nos vendió una chatarra inservible. Y ahora que ya está en la Casa Blanca nos está traicionando. Y yo escribo esto con la esperanza de que reconozcamos esa traición y le exijamos cuentas.

Trump habló de un dolor genuino, el del desvanecimiento del sueño americano, y así se ganó nuestro voto. Pero, ¿va a cumplir sus promesas? Pongan mucha atención a sus discursos, por favor. Podrán notar que él promete resultados sin jamás explicar cómo los va a alcanzar. Es un charlatán de feria que le prometió al país que se va a sentir mejor con su bálsamo de Fierabrás.

“Vamos a ganar, vamos a ganar en grande, amigos”, declaró Trump en la reunión de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), refiriéndose a su política exterior.

¡Excelente! Problema resuelto. ¿Qué sigue? Después delineó su postura respecto del tráfico de drogas y cuál será seguramente su desenlace:

“No es bueno. No es bueno. Vamos a detenerlo.” ¡Vaya! ¿Cómo es que a nadie se le ocurrió antes detener el tráfico de drogas?

Igualmente, respecto de la cuestión de los impuestos, todo es color de rosa: “Vamos a bajar de forma masiva los impuestos a la clase media”, prometió Trump.

Pero eso parece el clásico juego de dónde quedó la bolita. El centro de Política Fiscal calcula que el plan de Trump sobre los impuestos (hasta donde se conoce lo que puede llamarse su plan fiscal) incrementaría enormemente la deuda federal y les daría a los hogares de clase un alivio fiscal en promedio de 1,010 dólares, un 1.8 por ciento de sus ingresos después de impuestos. Pero la capa más adinerada, el 1 por ciento de mayores ingresos, recibiría un alivio fiscal de 214,690 dólares al año, equivalentes al 13.5 por ciento de sus ingresos después de impuestos.

Trump hizo más de 280 promesas de campaña como candidato, y algunas cuantas -como el gasto en infraestructura para crear empleos- serían razonables si se hicieran bien. Pero todavía no hay ningún plan de infraestructura, y el verificador de The Washington Post está rastreando 60 promesas de campaña específicas y hasta ahora solo ha encontrado seis cumplidas.

Todavía es muy pronto. Trump propuso a un conservador inteligente para la Suprema Corte y ha seguido su línea de campaña en algunos temas, como el veto a los refugiados.

Pero aunque la gente votó por Trump por haber puesto su fe en sus diáfanas promesas, yo apuesto a que no cumplirá sus promesas de campaña así como no cumplió con sus votos matrimoniales.

El seguro médico va a ser la arena de una de sus mayores traiciones. El viernes, él describió su plan: “Vamos a hacerlo mucho mejor, vamos a hacerlo menos costoso.”

Sin embargo, las medidas que muy probablemente tomen los republicanos en el tema del seguro médico van a perjudicar al estadounidense promedio.

Por ejemplo, Trump está empeñado en debilitar el mandato de anticonceptivos en la cobertura de seguro y reducir el financiamiento de clínicas para las mujeres. El resultado, con toda seguridad, serán más embarazos no deseados, más abortos en condiciones insalubres, más nacimientos no planeados y más mujeres muertas por el cáncer cervical.

El caso más grande de publicidad engañosa de Trump quedó al descubierto el viernes, cuando él habló de que les daría a los estadounidenses “acceso” al seguro médico. Ese es un fraude que está promoviendo su gobierno, en el que habrá millones de estadounidenses que perderán su cobertura médica: en lugar de prometerles cobertura de seguro, Trump ahora promete “acceso”: el seguro ahí está, si alguien no puede pagarlo, es problema suyo.

Esta promesa de “acceso” tiene resabios de María Antonieta. Desde el punto de vista de Trump, los hambrientos campesinos franceses no tendrían necesidad de pan porque tenían “acceso” a pasteles.

Muchos votaron por Trump porque él hizo campaña como populista. Pero en lugar de limpiar el pantano de la política, él se está revolcando en él, sacándole partido a la presidencia. Él conserva todos sus intereses financieros, se ha negado a dar a conocer sus declaraciones de impuestos y a explicar qué influencia financiera tiene Rusia en él. Además, duplicó a 200,000 dólares la cuota de inscripción en su centro vacacional Mar-a-Lago, donde pasa sus fines de semana.

Pero la mayor traición de todas vendrá si, como recomiendan algunos de sus asesores, “reforma” y abre agujeros en los grandes programas de seguridad, como Medicaid, el seguro social y Medicare. Medicaid es particularmente vulnerable a sus caprichos.

Trump les aúlla a los medios informativos no solo porque lo ponen en vergüenza sino porque constituyen un contrapeso institucional a sus mentiras, a su incompetencia y a sus conflictos de interés. Pero la prensa puede aguantar su virulencia: cuando llegue el momento, seremos nosotros quienes escriban el obituario de Trump y no al revés.

Pero no nos distraigamos con sus ladridos y sus tuits. Lo que es más importante en estos momentos no son las payasadas de Trump sino las políticas que está estableciendo en temas como el seguro médico y la inmigración que, eso sí, van a devastar la vida de estadounidenses comunes y corrientes.

La carrera de Trump se forjó defraudando a quienes habían depositado su confianza en él, como lo muestra el caso de la Universidad Trump. Ahora ha pasado a defraudar en una escala mucho mayor y se jacta de tener en la mira a musulmanes, refugiados e inmigrantes no autorizados.

Por favor, no le vitoreen ni le acepten esos blancos iniciales. La verdad es que, entre los que van a perder más con las políticas de Trump van a estar precisamente quienes votaron por él, especialmente los trabajadores y la clase media. La gente votó por él creyendo que estaba eligiendo a un salvador y, en cambio, Donald Trump les está haciendo prácticamente lo mismo que les ha hecho a todos aquellos que han confiado en él: los está traicionando.

Mientras más pronto lo reconozcan, más pronto podrán defenderse y luchar por políticas que realmente protejan la atención médica y el seguro social, que defiendan la integridad de nuestro sistema electoral y protejan nuestros propios intereses. Tenemos a un falso salvador y tendremos que darle la espalda para salvarnos a nosotros mismos y salvar nuestra nación.

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